Análisis del ‘buenrollismo’ reinante en MotoGP, según Márquez

Hace tiempo que se ha instalado en MotoGP un buenrollismo entre los mejores de la categoría que a algunos desespera y que nada tiene que ver con los enfrentamientos mediáticos que protagonizaron entre Rossi y Biaggi, Rossi y Sete, Rossi y Stoner, Rossi y Lorenzo, Lorenzo y Pedrosa o Márquez y Rossi. Aquellos duelos hicieron correr ríos de tinto y la gran relación que se aprecia en la actualidad cuando se bajan de la moto entre Quartararo, Bagnaia y Aleix no engancha tanto entre el aficionado y los periodistas como las trifulcas del pasado. Al habla en Motegi de ello con algunos de estos protagonistas, al final la conclusión más tajante la suelta Márquez: “El buenrollismo que hay ahora es porque no ha habido entre ellos un cuerpo a cuerpo real, un cuerpo a cuerpo de última vuelta”.

Antes de entrar en detalle con lo que opina Marc a este respecto, mejor conocer el punto de vista de Aleix, que entró en un interesante diálogo con AS en la sala de prensa de Motegi resuelto así:

-Cómo con tanta tensión en la pista de la que habla es posible que se lleven luego tan bien. El jueves se vio otra vez en la rueda de prensa… No es que queramos que se lleven mal, pero...

-(Interrumpió la pregunta). Sí lo queréis, sí lo queréis.

-No, no.

-Hoy me ha tocado los cojones un periodista inglés en Twitter y he tenido que contestar. Al final, ¿qué queréis? ¿Cambiar de canal y poner MMA? Es que me toca los cojones esto. Lo digo de verdad. ¿Quieres que nos peguemos? Poned boxeo. ¡Si también lo pone DAZN! ¡Si da todo el boxeo!

-No digo que se peguen. Sólo pregunto que cómo es posible que se lleven tan bien.

-Porque sabemos separar de la pista a aquí, pero será que no nos hemos pegado hachazos, será que no me ha chocado Fabio, será que no hay tensión entre Pecco y Enea. Pero cuando estamos luego relajados, chavales normales, tranquilos, bien. Ya ha habido follón en el campeonato. Y ahora no lo hay. Tranquilos. ¿Ok?

Todo esto fue dicho sin un ánimo beligerante que bien pudiera interpretarse al leer el diálogo en frío o fuera de contexto. Tanto es así, que al acabar con los medios anglosajones, Aleix y Pecco, que acababa de atender también a AS, se abrazaron a la vez que Aleix decía con sorna: “¡Mira que bien nos llevamos!”. Y se reía, pero se separó del italiano antes de que pudiéramos hacerles la foto.

En cuanto al punto de vista de Bagnaia, es muy interesante porque hace comparaciones entre el momento actual y otros pasados mucho más calientes: “Nosotros nos llevamos bien porque somos pilotos inteligentes. Con esto no quiero decir que antes no lo fueran, pero hay muchísimo respeto entre nosotros y ya sabemos todos lo que tenemos que hacer para estar a este nivel, porque en casa tenemos que trabajar muchísimo para llegar aquí y tener un nivel muy alto de concentración y físico. El respeto que hay entre nosotros es muy alto y es por eso que tenemos tan buena relación. No es decir que somos amigos. Somos rivales, pero con respeto. Si tenemos que hablar, hablamos, y si tenemos que hacer una broma, la hacemos. Eso ha cambiado mucho en estos años y para mí es mejor. No nos gastamos bromas mientras estamos rodando, pero si alguien está mejorando su vuelta no vas a entrar como se hacía antes”.

El de Ducati creció con la referencia de la guerra entre Rossi y Biaggi que tanto dio que hablar en Italia y el resto del mundo. “Nosotros estamos a años luz de la rivalidad Rossi-Biaggi. Pienso que también los periodistas hacían esto posible, pero no sólo ellos, porque muchos de los periodistas son los mismos. Siempre se buscan rivalidades, y es correcto y normal, porque estamos en un campeonato donde sólo gana uno. Es normal intentar ver si hay alguna rivalidad, pero de momento somos rivales, pero con respeto, y yo no voy a decir algo malo de Aleix, porque no lo pienso, y lo mismo con los demás. Antes sí había más guerra psicológica, pero ahora lo estamos dando todo y no sirve de nada. Si alguien dice algo malo de mí, es lo que piensa y no me afecta”.

Y al pedirle a Márquez que analice este panorama, se ve que disfruta viéndolo desde fuera y también que él tiene un modo muy diferente de entender la rivalidad: “Me recuerda un poco a mi época con Dovizioso. Me llevaba bien con él, pero había esa tensión. Había sonrisas entre nosotros, pero había tensión. El buenrollismo que hay ahora es porque no ha habido entre ellos un cuerpo a cuerpo real, un cuerpo a cuerpo de última vuelta. Sí que pasó lo de Holanda, pero como Aleix remontó e hizo una carrera espectacular, pues se camufló. Al final, ellos sabrán. Yo juego a las cartas de otra manera, qué quieres que te diga”.

Al preguntarle sobre los pros y contras de las guerras psicólogicas, el ocho veces campeón recuerda que “la mejor guerra psicológica, como decía Doohan, es en pista. Si en pista los machacas, ya pueden vestirse como quieran que al final los tienes machacados en pista. Yo me veo ahora mismo lejos de ese nivel. Depende mucho de la superioridad en la pista. Es difícil entender qué cartas juega cada uno, pero aquí se va viendo. Pecco está convencidísimo, Quartararo sabe que llegan por detrás y que lo tendrá complicado, pero está sacando más de lo que tiene, y Aleix es el que no tiene presión. Para él, bienvenido sea este problema. Si hace un sexto lo celebra y se quita la presión, porque también le va bien”. A ver en qué deriva todo, porque quedan cinco finales por delante con los tres de cabeza en 17 puntos.