Ana Carrasco y la gloria de ‘pilotar como una chica’

Podría ser casualidad, que en el circuito que homenajea con su nombre al piloto que fue pionero para el motociclismo español, Ana Carrasco (27 años, Murcia) volviese a hacer historia. O simplemente, que la historia estaba destinada a reencontrarse. El 20 de octubre de 2024 fue un domingo de carreras diferente en el Circuito de Jerez Ángel Nieto. El primer título mundial femenino estaba en juego y esa piloto que ya saboreó la gloria ‘pilotando como una chica’, volvió a hacer historia con su segunda corona mundial. Podía ser otro más, pero no uno cualquiera. El campeonato femenino llegó para seguir rompiendo barreras y la misma piloto que ya lo hizo en su día como campeona de Supersport300 en 2018, una categoría mixta, revivía el mismo destino. Aunque comenzó a forjarlo mucho antes.

El motociclismo formó parte de la vida de Carrasco desde que apenas tenía tres años. Tan solo un año más tarde la murciana participó en su primera carrera y ese estreno, no fue más que el inicio de una trayectoria marcada por los récords y la superación. A sus 14 años, Ana se convertía en la primera mujer que puntuaba en el Campeonato de España (CEV), despuntó con una sexta posición en la parrilla (también mixta) y finalmente llegó al Mundial de MotoGP en 2013. El GP de Qatar vio cómo nacía una estrella que apenas medio año después, fue la primera en sumar puntos en su casillero dentro del certamen.

De esa manera, a sus 16 años, Carrasco comenzaba a reescribir la historia del motociclismo a nivel mundial. Pero lo mejor estaba por llegar. 2017 fue el año que le catapultó, tras convertirse en la primera mujer en ganar una prueba mundial de motociclismo en Portimao. Y tan solo una temporada después, Ana se convertía en la primera mujer en ganar un mundial gracias a su título en Supersport 300. Sin embargo, el éxito le mostró su lado oscuro a través de una grave lesión de espalda que llegó en 2020; la misma temporada que el infortunio también cambió la historia de Marc Márquez. Y puede que de nuevo la casualidad, o quizás la historia, también estuviese destinada a encontrarse.

Cuatro años después del momento más complicado de su trayectoria, el octocampeón ha vuelto a saborear los triunfos y a disfrutar como piloto. Y cuatro años después de una lesión que podría haber apartado a Carrasco de la competición, aunque nunca tiró la toalla e incluso se atrevió con las cuatro ruedas, la murciana ha regresado a lo más alto para dejar atrás los momentos más complejos de su legado. Ese, que siempre ha estado marcado por ‘pilotar como una chica’.