Álex Márquez hace un favor a Rossi
Segundo triunfo del año para el piloto de Gresini, por delante de Márquez, al que niega así la bola de título para Misano.
Había dos ocpciones de título para la crónica de la carrera de MotoGP en el GP de Cataluña. Estaban ideados incluso antes de que arrancara la prueba. Por un lado, Álex Márquez le hace un favor a Rossi. Por otro, Victoria y bola de título para Márquez en Misano. Valió el primero, el que da a entender a las claras que Marc Márquez no dispondrá de opción matemática de proclamarse campeón en la cita de la semana que viene, la del GP de San Marino, la de la casa de Rossi, con su Tavullia natal a sólo doce kilómetros del Marco Simoncelli.
La alegría de los Márquez tras su doblete
Al octacampeón del mundo en realidad le da igual donde ser campeón, porque sabe que lo será antes o después, y tiene pinta de que la primera opción llegará en Japón, en la casa de Honda, y no en Misano. Es así porque su hermano se rehizo como un coloso de la pifia del sábado, cuando se fue al suelo a cuatro vueltas del final del esprint, cuando lideraba con segundo y medio de ventaja sobre su hermano.
Ambos partían como favoritos para la victoria, con el del Gresini Racing desde la pole y el del Ducati Lenovo desde la tercera plaza, lo suficiente para él para salir primero de la primera curva. Álex no se vino abajo con la pérdida del primer pulso y siguió a rueda del primero hasta la cuarta vuelta, momento en el que pasó al ataque con pasada en la apurada de frenada del final de recta. Quizás fue el adalentamiento de su vida sobre su hermano. Y de ahí a meta, para recibir el banderazo a cuadros por segunda vez en su vida como ganador de MotoGP, con 1.7 de ventaja sobre un Marc que esta vez sí pudo celebrar en la vuelta de honor la victoria de su hermano.
En Jerez, donde Álex ganó por primera vez, Marc se fue al suelo en la tercera vuelta y la celebración fue más amarga que en Montmeló, donde festejaron juntos, bailaron a la vez frente a sus fans y se abrazaron y revolcaron encima de las protecciones de aire como buenos hermanos. Eso sí, antes de eso, Álex hizo en solitario la croqueta en la grava, la de la curva 10, para resarcirse definitivamente de su caída del sábado.
En cuanto a la pelea por el tercero, se la llevó Bastianini por delante de Acosta, que rodó en esa posición durante gran parte de la carrera. Lo fue hasta que Enea pasó al ataque en la vuelta 11, con un pasadón en el final de recta, levantando la rueda trasera primero, cruzando la moto después y metiendo la moto por el interior cuando parecía que ya no le daría tiempo. El murciano, que fue el único que montó el blando trasero, por el medio de los demás, no pudo contraatacar y cruzó la meta a 13.3 de la cabeza y a 7.8 de Bastianini, con un segundo de ventaja sobre un Quartararo que pudo con un nutrido grupo que acabó muy cerca de él. Lo formaron Ogura, Bagnaia, Marini y Oliveira. Martín, que cerró las diez primeras plazas, se quedó descolgado de ellos, a segundo y medio del portugués.
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Señalar que Pecco salía 21º y acabó séptimo, así que ganó 14 posiciones, algunas de ellas propiciadas por las caídas de Bezzecchi, Di Giannantonio, Binder y Zarco, además de favorecerle también la vuelta larga de Aldeguer. A ver si vuelve a ser el que era, porque está bien que el caníbal Márquez tenga oposición de vez en cuando, como la de un Álex Márquez que supo pararle los pies en casa, sobre todo después de tener un susto en la curva 7 y una ligera colada en la 10. Bravo por el pequeño de los Márquez Alentà y que viva la madre que los parió.
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