Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

MOTOGP

Acosta frenó a KTM

El español admite que pidió detener el desarrollo de la RC16 ante la falta de resultados: “Nos perdimos y me di cuenta de que hay que ser egoísta”.

Pedro Acosta durante el sábado del GP de Malasia de MotoGP.
Gold & Goose / Red Bull Content Pool

A Pedro Acosta ni siquiera le hizo falta que comenzase la temporada de manera oficial, para estar en boca de todos. Los buenos resultados del español en pretemporada ya dejaban entrever las aspiraciones con las que el novato llegaba a MotoGP. E incluso durante la primera parte de la temporada, después de tres podios (en Portimao, Austin y Jerez) y una presencia regular en las posiciones de cabeza, se llegó a soñar con la victoria. El piloto de GasGas podía convertirse en el vencedor más precoz de la clase reina. Sus primeros pasos dentro de la categoría hacían más que factible verle ganando antes del GP de Alemania, pero a medida que se consumía el curso, las cosas comenzaron a cambiar dentro del garaje austriaco.

Desde KTM comenzaron a introducir evoluciones, que coincidieron con un paso hacia atrás en la competitividad de Acosta. De hecho, el español incrementó el número de caídas hasta convertirse en el piloto con más arrastrones del año. Y coincidiendo con las vacaciones de verano, el Tiburón tomó la decisión de viajar hasta Mattighofen para recuperar la situación. “Era importante conocer a la gente (de la fábrica), verles la cara y mirarlos a los ojos, porque no es lo mismo que yo te envíe un correo electrónico y tú me respondas por escrito. Es como hablar con una chica: todos son muy valientes por teléfono y luego cuando te sientas frente a ella...”, explicaba Pedro en Speedweek, sobre una primera toma de contacto que le dio la confianza de comenzar a tomar decisiones.

“Entre Austria y Aragón hice un test en Misano. Me senté allí y dije: ‘Mira, ¿adónde vamos ahora? Vamos en una dirección en la que no sabemos lo que hay allí'. Porque en algún momento pregunté qué había cambiado en la máquina desde principios de año”, comentaba Acosta, sobre las incertidumbres que le surgieron en torno al desarrollo de la RC16. Durante su llegada a MotoGP, el español admite que dio “por sentado que lo que traían era sistemáticamente mejor. Pero no siempre es así, por eso se prueba”. Y en ese momento, Pedro se dio cuenta “de que hay que ser egoísta. Si no se sabe exactamente hasta dónde llegar, a menudo es mejor detenerlo todo y decir: ‘Mira, no lo hagas”.

Desde KTM han apostado con los ojos cerrados en la figura de Acosta como su potencial campeón. Y esas palabras fueron decisivas a la hora de afrontar el futuro dentro de la fábrica de Mattighofen. A mitad de temporada, la marca austriaca reestructuró su departamento de carreras, pues el español creía que en su parte del box iban “en una dirección que no era la adecuada en cuanto a lo que necesitaba para ser rápido”. “Probamos muchas cosas, demasiadas. Creo que nos perdimos un poco. Fue lo más inteligente (la reestructuración), por mucho que doliera, porque nadie quiere admitir que ha cometido un error”, continuaba argumentando, sobre un cambio precipitado ante la falta de respuestas. Porque coincidiendo con el parón, desde el equipo todavía estaban “ocupados viendo qué funcionaba y qué no”.

Acosta: “Hay que saber cómo parar”

Después de decir “señores, ya basta, esto es lo que quiero”, la vuelta de las vacaciones fue otra historia para Acosta: “Resulta que muchas cosas habían cambiado sin que nos diéramos cuenta. En Aragón (3º) volvimos a ser competitivos, en Misano también lo fuimos aunque me caí. Estuvimos bien en Indonesia (2º), en Japón... Es muy importante saber cómo parar y qué camino tomar para salir de una situación complicada. Nos llevó mucho tiempo parar, pero lo hicimos y tomamos el camino de vuelta”. Eso implicó cambios fuera de la pista en la sede de KTM, de los que el español no se culpabiliza: “Nunca busco quién es el responsable de que las cosas no vayan bien, pero quiero que me den una solución a los problemas”. Y parece haberla encontrado.

Normas