Vuelve el Gran Premio de La Bañeza

En 1949 nacía el Mundial de velocidad. En aquel momento no existían circuitos permanentes en España y muy escasamente en el mundo. En pueblos y ciudades de la geografía hispana empezaron a organizarse carreras. Así sucedió en La Bañeza, donde la humildad de sus gentes y la realidad rural del lugar no amedrentó a los bañezanos de soñar con tener su circuito de velocidad.

Al poco tiempo de la fecha de aquel primer mundial, ya lograron hacerlo realidad. Lo montaron en sus calles. Y así lo han mantenido hasta hoy. Hoy, sí, hoy. Hoy cuando en el mundo existen circuitos permanentes hasta en medio de un desierto, los bañezanos siguen haciendo sus carreras por las calles de su “pueblo”.

Quizá porque lo que en ese singular recodo de la meseta Norte se ha quedado desierto, es el mapa de los circuitos permanentes. O quizá simplemente, porque La Bañeza ama al motociclismo y por eso se la conoce por méritos propios como “La Ciudad de la Moto”.

La Gran Clásica Urbana de agosto, en el Gran Premio de la Bañeza LXIV. De nuevo un público tras las balas de paja, para vitorear, ver, sentir y disfrutar el motociclismo tan cercano y directo donde la carrera una vez más será parte de la historia de este circuito urbano que pone una vez más en lo más alto el nombre de La Bañeza en el mapa de la provincia de León, como la capital del motociclismo.

Son ya 64 con esta del próximo fin de semana las pruebas celebradas desde el principio alcanzando siempre una gran popularidad para los pilotos precursores del motociclismo actual como fueron: Torras, Medrano, Ramiro, Gracia, Cegarra, Escuder, Busquets, Herrero, Grau, Nieto, Cañellas, etc.. para todos ellos Ganar en la Bañeza era superior en muchos aspectos compitiendo al límite.

Uno de estos pilotos en una ocasión me comento, la tremenda gran acogida de público de esta prueba era sensacional se volcaban llenos de euforia en cada tramo, aportándote una sana emoción, te hacían sentir campeón antes de finalizar.

Y ya te digo si subías al pódium la sensación era desbordante, como haber ganado una prueba del mundial. Algo que solo se siente así en La Bañeza. Asfalto urbano en historias vividas que se repite cada agosto. Este fin de semana La Bañeza 8, 9 y 10 de agosto la clásica de las clásicas.

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