“Voy a subir a Messi a mi coche”

Las vacaciones de Nandu Jubany (54 años, Barcelona) pasan por cambiar los fogones por el volante. Después de todo un año dedicado a defender su Estrella Michelin en Can Jubany, el español colgará por segundo año consecutivo el delantal de manera temporal y se aventurará a su segundo Dakar junto a Marc Solà (36 años). Después de una primera toma de contacto casi impecable en su debut como pareja, los catalanes se plantean “ganar la categoría” T1 como deja claro el chef para AS. Y aunque “el problema es que hay dos pilotos más rápidos con el mismo coche (un buggy de Optimus 4x2) y otros dos o tres coches con más experiencia en la carrera", saben que “si lo hacemos bien no tendremos problemas”.

A pesar de que Solà pone la paciencia y admite que por las características de este Dakar “me va a costar más frenarlo, porque querrá coger más riesgos e igual debemos aflojar un poquito”, Nandu se basa en su debut en coches; aunque es consciente de las dificultades de la carrera: “Si no tenemos problemas y hacemos las cosas bien, vamos a estar en esa lucha (la de la victoria). Marc insiste en que tenga paciencia, porque al final es una carrera que si no llegas al final no sirve de nada. Sabemos que ganar el Dakar es muy difícil, pero queremos hacerlo al máximo de bien sin tener problemas. Poner esto en conjunto es una receta muy difícil para que no se pegue, no se queme y quede blandita la carne (dice riendo, como metáfora a su profesión). Pero yo me dedico a eso“.

Las cocinas seguirán siendo el futuro de un Jubany, que llegue la victoria o no en esta edición, tiene tan clara su profesión como su futuro dentro del mundo de las carreras: “Lo que se me da bien son las carreras de rally. Me gusta mucho, tanto o más que el rally raid. Creo que será el camino que haremos, porque al final el Dakar es solo una carrera. Si yo pudiera hacer todo el Mundial de Bajas o la temporada de rally raid creo que me gustaría más. Pero de momento es impensable. El año que viene haré algunas carreras de rally y el Dakar con este coche no lo creo, pero sí en camiones”. ¿Le acompañará en ese cambio de categoría el copiloto que “tan bien me ha acompañado y me ha hecho la vida más fácil”. Marc responde: “Tenemos un objetivo diferente y nuevo. Es algo diferente que puede dar mucho qué hablar y tiene que ser divertido”.

“A Messi le gusta el motor”

Cuando cambie de categoría en el Dakar, para Jubany su hombre de confianza en el desierto seguirá siendo Solà. Pero una vez se ponga al volante de un coche de rallys... también subirá a Leo Messi (su socio en Hincha) al lado derecho del habitáculo. “Si este es mi último Dakar en coche, va a ser difícil más que suba en el coche del Dakar porque no está en los planes que vaya a venir a Arabia. Pero en el coche de rally, algún día cuando esté aquí va a subir seguro. A Messi le gusta el motor", dice convencido el chef, que emplaza al futbolista argentino a un copilotaje donde solo tendrá que disfrutar. Mientras que en el caso de Marc, al catalán también le tocará sufrir a su piloto.

Jubany: “No iría al Dakar sin un amigo”

Aunque entre risas Jubany admite que solo asiente y no le pone ninguna pega a su copiloto, pues solo es él quien lleva el volante en las manos, Solà le advierte: “Tenemos que ser conscientes que el peor enemigo seremos nosotros por querer correr demasiado”. Afortunadamente, ambos provienen de las motos, “hablamos el mismo idioma y eso hace que todo sea más fácil”. Como también una autocaravana que es centro de reuniones y además, no faltan los buenos alimentos.

“Eso sí que es un privilegio y no te falta de nada”, asegura Marc, antes de que el chef se reafirme: “Somos unos privilegiados y tengo claro que yo no iría al Dakar sin un amigo. Al final no solo es correr, vivmos la experiencia al completo. Si tú corres muy bien, lo haces muy bien, llegas allí y no puedes explicarle nada a nadie, ¿de qué te sirve? Lo que queremos es que vengan los pilotos a nuestro camión a tomar el vermut, a pasar la tarde... Ahí es donde compartes y explicas cuentos de la China“. Especialmente con una paella gigante durante el día de descanso, que tampoco faltará en este 2026.