Una copia justificada
Joan Navarro, ‘project leader’ del nuevo Mini T1+, explica el parecido entre el prototipo de la marca alemana con el Audi: “No es una competencia directa”.
Hace apenas dos semanas Mini rompió moldes con un prototipo T1+ que, a pesar de mantener en algunas áreas esa apariencia típica de la marca alemana que le dio a Carlos Sainz su último Dakar, el de 2020, recordaba directamente al nuevo prototipo con el que Audi saldrá a pelear el Touareg. Las líneas del vehículo eran mucho más agresivas, la aerodinámica tomaba una importancia incuestionable y, en directo, el John Cooper Works Rally Plus parecía todavía más una copia del RS Q e-tron. Sobre todo al saber que detrás de esa creación, estaban dos de las mentes pensantes más relevantes de proyecto con el que la marca de los cuatro aros ha desembarcado en el desierto.
Sven Quandt y Joan Navarro, como project leader del nuevo Mini, se han encargado de desarrollar un prototipo que para nada “es una competencia directa” para Audi. El catalán, de 37 años, explica en AS las diferencias principales entre dos modelos donde la apuesta principal fue dirigida desde un primer momento a ganar eficiencia a partir de una aerodinámica que preveé como el futuro de los raids “sobre todo, porque es una aerodinámica muy simple que da el máximo de refrigeración para los frenos y amortiguadores traseros”. “Está estudiado todo el flujo para que realmente enfríe bien los frenos y el amortiguador, para hacer más eficiente lo que ya tiene todo el mundo y no hacerlo con ventiladores”, cuenta.
Pero, ¿por qué no está mal visto tanta similitud entre un vehículo y otro? Porque “son coches diferentes sobre todo por el tema de la tracción”, cuenta Joan. Uno es híbrido (el Audi) y el otro es diésel (el Mini), lo cual hace que de partida cambie el reparto de pesos y también, al ser una evolución del 4x4, “la suspensión no se puede aprovechar lo mismo, tampoco la transmisión...”. El resumen del catalán es que todo “es bastante diferente” y además, “de momento el Mini es un coche cliente, es el 4x4 de Mini y se ha hecho una evolución. No es una competencia directa y no se espera ganar porque lo llevan clientes”.
Muy diferentes son las ambiciones del ingeniero con el prototipo de los cuatro aros. En ese caso “el objetivo está clarísimo, es ganar con cualquiera de los tres coches, pero si ganamos con Carlos mejor”. El Audi llega a la edición “bien preparado, con los deberes hechos y por eso el objetivo es ganar”. Parte de esos deberes consistían en esa evolución aerodinámica que más allá de ayudar al RS Q e-tron E2 a perder peso, el déficit del año pasado al actual ronda los 90 kg, “también llegó buscado la eficiencia. A parte del peso, también se ha hecho para ganar fiabilidad en todos los componentes”, resume Navarro sobre su labor en un mundo tan competitivo donde la prioridad “es Audi con Carlos sobre todo”. Poque “si el Touareg se viene a casa, mejor”.