Un desafío con 48 horas de incertidumbre
La etapa seis se divide en dos para contar una historia donde los competidores, solo tendrán una tienda de campaña y raciones militares de comida.
David Castera tiene un plan: “Contar una historia dentro de la historia, porque el Dakar tiene una enorme, pero si puedo poner una pequeña nota al margen, lo intento”. Este año lo intentará con un formato completamente novedoso bautizado como la etapa 48 horas, para la que se inspiró en el concepto de Jean-Claude Morellet Fenouil, director del Dakar en 1994. Se trata de una variable única hasta la fecha que dividirá una misma etapa en dos (6A y 6B) y aunque la idea inicial era que cada competidor se detuviese a una hora determinada en el lugar en el que se encontrase en ese momento, la logística ha cambiado un poco los planes pero no la incertidumbre de un desafío que lo será para los participantes y, por supuesto, para la organización.
Desde ASO han estimado la cantidad de competidores que pararán en cada una de las siete áreas de descanso, designadas alfabéticamente de la A a la G. Según los cálculos, los competidores más avanzados deberían parar en la F y si se preguntan por qué han decidido colocar un área extra, la respuesta simplemente está relacionada con la seguridad. Porque pararán en mitad del Empty Quarter, el desierto más grande del mundo. Allí les esperarán a los pilotos una tienda de campaña, seis litros de agua, un saco de dormir, una esterilla y raciones militares de comida para la cena y el desayuno que han sido contratadas directamente con el proveedor del ejército francés. La organización quiere que la experiencia sea completa y en la noche del 11 al 12 de enero, habrá agua potable, personal médico y nada más.
Los baños y las duchas no tendrán hueco en esta aventura, en la que una vez aparquen los vehículos ya no podrán moverse hasta la mañana siguiente. Habrá un toque de queda durante la primera de las dos jornadas que como tarde detendrá la competición a las 16:00 (14:00 hora española) y una vez lleguen a su zona de descanso los competidores seguirán teniendo sus móviles precintados, sin señal y sin poder contactar con la caravana. La intención es que nadie sepa cuál ha sido el resultado de sus rivales durante los 570 km cronometrados que tendrán los coches y 620 para las motos... en una especial donde los recorridos entre ambas categorías serán diferentes (pero no las zonas de descanso).
Se alternará el orden de salida entre ambas categorías y eso significa que entre la salida de cada moto y cada coche pasarán 30 segundos. Por contra, el día 12 por la mañana los pilotos irán abandonando la zona de descanso a cada minuto según el orden de llegada, y aunque Castera asegura que “los primeros vivirán la aventura de una manera y los demás de otra”, las condiciones serán las mismas para todos durante unas 48 horas, que se presentan como la joya de la corona de este Dakar.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.