Toni Bou suma y sigue: el 36º

La costumbre en los últimos 18 años dice que Toni Bou se lleva los Mundiales de dos en dos en una misma temporada. Primero, el de la modalidad ‘outdoor’, que certificó el pasado 25 de agosto en Cahors (Francia), y luego el de la especialidad ‘indoor’, que se adjudicó este sábado en Andorra. 36 campeonatos del mundo para el más grande de la historia del trial y sin duda uno de los mejores deportistas de la historia del deporte español. El objetivo de lograr cuarenta Mundiales cuando tenga cuarenta años, está más cerca. Las cuentas salen. Y el nivel del piloto de Piera sigue siendo inalcanzable para los demás, incluso cuando no arrasa, como suele ser habitual. Los más cercanos a él son Marcelli y Busto. Pero ante la versión errática del campeón, tampoco pudieron apartarle del triunfo.

Toni Bou se presentó en la cita de Andorra con un expediente inmaculado en el X-Trial. Triunfó en Barcelona, Chalon, Niza y Ginebra. A diferencia del Mundial al aire libre, aquí nadie ha logrado batirle a lo largo del año y para ver una derrota de el del Repsol Honda hay que retroceder hasta la cita de Austria de 2023, cuando Jaime Busto logró vencer al voraz Bou.

En Andorra, Bou se llevó el quinto triunfo del curso bajo techo, el décimo consecutivo desde esa última vez que mordió el polvo. Y no lo tuvo fácil, a pesar de que los números digan que es casi imbatible. Porque la prueba de Andorra comenzó con un Gabriel Marcelli inconmensurable con una tarjeta de tres puntos y un Toni Bou con un fiasco nada más arrancar, con lo que ya no podía acabar líder la primera pasada. La cerró con seis puntos, los mismos que Busto y ambos a tres del gallego.

En la segunda pasada Bou no mejoró y fue superado por Jaime Busto. Dos fiascos en los pasos 1 y 3 condenaron al de Piera a no llegar a la finalísima como líder. Aunque no lo parezca, el dominador del trial en los últimos 18 años, es humano. Gabriel Marcelli, por su parte, salió a la segunda manga como líder de la anterior y con la responsabilidad y, por qué no, la presión de saber que un buen resultado le metía en la ronda definitiva como líder, lo que permite salir el último y la consiguiente ventaja de ver cómo lo han hecho los rivales. Pero falló y entregó trece puntos de penalización. Logró el pase a la final junto a Busto y Bou, pero en ella saldría primero, seguido por su compañero de equipo y cerrando el de Górliz.

La final fue de incertidumbre. Empezó mandando Marcelli, hasta que tres fiascos consecutivos en los pasos 3, 4 y 5 le mandaron al tercer lugar. Su puesto lo heredó momentáneamente Busto mediada la competencia. Pero en ese S4 en el que Marcelli volvía a fallar y el de GasGas se dejaba otros tres puntos, apareció Toni Bou. Limpio, para ponerse líder cuando realmente cuenta, es decir, cuando se dan las medallas. En el S5 el gallego ya estaba descartado, y Busto sumó tres puntos para dejar a la bestia con cinco de ventaja. No fallar en exceso le daría el triunfo en Andorra. Y el Mundial. Y el final, aunque con suspense, fue el que dicta la costumbre. El 36º Mundial para Toni Bou Mena.