“Todo al traste en la primera curva”
El español de Honda cuenta a AS como vivió la lesión que sufrió en la primera carrera del año y cómo afronta su recuperación: “Confío en volver y hacer buenos resultados”.
Estuvo presente en el MXGP de España, pero ni mucho menos cómo él quería. El año pasado subió al podio y este Rubén Fernández se vio obligado a dejar su Honda y coger unas muletas después de romperse el ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda en la primera manga del año, la de la clasificación del sábado, en Argentina. “Todo se fue al traste en la primera curva”, como resume el gallego a AS, visiblemente afectado por su situación, como no podía ser de otra forma, pero con el ánimo de volver más fuerte.
“Es una lástima, pero siempre digo que es parte del deporte y esta vez me tocó a mí. Lo que toca ahora es aceptarlo, mirar hacia adelante y pensar ya en la recuperación”, decía un Rubén que pasa mañana martes por el quirófano y empezará entonces un camino duro hasta su regreso a la arena y, aunque solo pudo verla en Madrid, no quiso perderse la cita: “Disfruté el MXGP de España pasando un rato con los aficionados, aunque se me afilaron un poco los dientes al ver a los demás en la pista. Ojalá que pronto pueda volver a estar en el circuito”.
Pese a su grave lesión, intentó estar encima de la Honda hasta el último momento, probándose en el circuito de intu Xanadú, pero era un imposible: “Estuve trabajando mucho con el fisio y tenía confianza en poder correr en Madrid, pero el miércoles previo fui a probar y tuve mucho dolor, no estaba a un nivel como para poder correr. Decidí operarme y creo que fue la mejor decisión. La recuperación va a ser larga, entre tres y cinco meses, pero así al menos puedo asegurarme de que estaré al cien por cien cuando vuelva y no sigo arrastrando la lesión”.
Así fue como todo se torció
Una lesión es lo peor que le puede pasar a un deportista y la del gallego fue un momento muy duro porque llegó nada más empezar la temporada, así lo recuerda: “Fue en la salida, en la primera curva tuve un toque con otro piloto. Era a izquierdas y había dos ‘olas’, otro piloto me tocó un poco la rueda delantera, me desequilibró en el aire y al aterrizar lo hice con la pierna de fuera para estabilizarme, en ese impacto fue donde me hice daño y donde me rompí el ligamento y también el dedo gordo del pie”.
“Es una lástima después de todo el trabajo que había hecho en pretemporada, me encontraba muy bien con la moto. Es triste, pero el motocross es así y hay que aceptarlo”, añade con resignación Rubén, que mira con optimismo al futuro porque sigue estando en un sitio privilegiado con el equipo oficial de Honda: “He recibido bastante apoyo de mi equipo, me siento muy a gusto aquí. Me da pena no poder demostrar en la pista todo el trabajo que hicimos en invierno, pero tengo confianza de poder volver y hacer buenos resultados”.