Se confirma el cambio de orden
Cassidy remonta desde la novena plaza para ganar y apear del liderato a Wehrlein, que se queda a 21 puntos. Evans y Dennis completan el podio.
Queda inaugurada la temporada de carreras en Mónaco y, con ella, el regreso de nombres con historia: Santa Devota, Mirabeau, Tabac, La Rascasse… Y también el de Nick Cassidy, el hombre que al fin consiguió cambiar el orden que imperaba en la Fórmula E desde el inicio de año. Pese a salir noveno, el de Envision completó una lección magistral para ganar en el Principado y, de paso, confirmar su amenaza, apear a Wehrlein (11º) del liderato y dejarle a 21 puntos. Evans, con otro Jaguar (uno de los oficiales) y Dennis le acompañaron en el podio.
Hay una máxima en Mónaco que todo buen fan del automovilismo sabe bien: la clasificación es determinante. Aunque los coches sean más pequeños que los de la F1 y puedan adelantarse mejor, pasa igual en la FE, y algunos se vieron condenados por infracciones técnicas, como les pasó a los dos DS, con Vergne y Vandoorne obligados a salir desde la cola. La parrilla dejó a dos ‘rookies’ en primera fila, Hughes (sin tiempo en la final por un error) y Fenestraz (descalificado del último duelo) y hubo más lío para formarla, que en el comienzo de carrera.
La salida y la primera vuelta se completaron sin incidencias, totalmente limpias, y con tres de los Nissan (el McLaren de Hughes y los oficiales) al frente del pelotón, curioso cuando hasta ese momento Porsche y Jaguar eran los nombres propios del año, y lo volverían a ser... De los pilotos del top-6 del Mundial, Evans fue el que empezó mejor, sexto, pero por detrás vendría el hombre del momento, Cassidy, con una remontada espectacular: de noveno a líder en sólo nueve vueltas, cuando empezaron a llegar los primeros modos ataque.
El neozelandés fue el mejor ejemplo de lo que se puede hacer con un Gen3 en Montecarlo y Evans le emuló, colocándose a su espalda mientras los Porsche oficiales luchaban por entrar en los puntos y el Andretti de Dennis (el único que quedaba tras la retirada de Lotterer), lo hacía por el podio. Con 15 de las 29 completadas, nada ni nadie rompía la carrera y un tren de 21 coches callejeaba con forma de una larga serpiente, algún que otro toque y problemas para Da Costa (que llegaba sexto del Mundial).
Cassidy, Evans y Dennis afrontaban las diez últimas vueltas en posición de podio, pero ninguno podía respirar tranquilo entre tantas apreturas, las de los coches y las de los muros. Una de ellas acabó en contacto entre Ticktum y Gunther que sacó al ‘safety car’. Se fue, pero regresó pronto porque Muller acabó en el muro tras chocar con Bird y ahí acabaría la carrera, sin tiempo para más luchas. Cassidy, el hombre del momento, cruzó la meta para ganar y ser el nuevo líder con Wehrlein 11º y sin puntos, a los que, por cierto, sí llegaron los DS (Vergne 7º y Vandoorne 9º).