Sainz vuelve a la carga
El madrileño se subió de nuevo al Audi cuatro meses después de la fractura vertebral que le hizo abandonar el Dakar. “Es estupendo volver a estar al volante”, celebra.
Ha pasado más tiempo del que le gustaría, pero finalmente Carlos Sainz se ha puesto de nuevo al volante del RS Q e-tron E2. Cuatro meses después de la lesión vertebral que le obligó a abandonar la pasada edición del Dakar, el madrileño se enfundó el mono de competición aunque, de momento, fue para realizar tres jornadas privadas de pruebas (con permiso de ASO) junto a Audi. De unos test llega la mejor de las noticias, el tres veces ganador del Touareg está recuperado y preparado para pulir junto al resto de la expedición de la marca alemana la máquina con la que espera estar junto a Lucas Cruz en la línea de salida de su 17º Dakar, 45º en la historia de la carrera que presentará precisamente este fin de semana su recorrido para 2024.
Lo que se desvelará será tan solo un aperitivo de lo que espera a los pilotos en Arabia Saudí, como también lo han sido estas tres jornadas de pruebas que Audi dedicó, entre otras cosas, a conocer mejor los terrenos del país asiático. Carlos, Peterhansel y Ekstrom (con sus respectivos copilotos a excepción de Boulanger, que ya está recuperado pero debe mantener la placa hasta después del verano) completaron durante unas pruebas de máxima exigencia unos 2.568 kilómetros. Los test transcurrieron en una zona de pasos rocosos y pistas duras (fue un recordatorio de la pasada Etapa 2) para llevar al límite las suspensiones y los neumáticos. Como objetivo, el fabricante alemán se propuso recrear las condiciones de carrera con temperaturas que alcanzaron los 42ºC .
No fue un juego, sino más bien un examen para que los mecánicos de Audi pudiesen conocer las áreas donde más margen de mejora existe. La pista “de esprint” con 13 kilómetros de grava y arena y la pedregosa, con un recorrido de 110 km, fueron elegidas a conciencia por un equipo “que tiene el potencial para estar en primera línea”. La ambición de Rolf Michl, jefe de Audi Motorsport, no cambia de cara a una nueva edición donde quieren aprender de los errores del pasado: “Nos molestó que los fallos en los neumáticos y otros problemas nos retrasaran en enero”. El objetivo del fabricante alemán sigue siendo el Touareg con un prototipo completamente diferente al resto y ahora tienen “que encontrar soluciones” para poder cumplir con esa meta.
“Un test valioso”
La mezcla de ganas y trabajo no significa que todos los males de Audi hayan desaparecido, pero al menos se marcharon de Arabia con mucha información valiosa. “La organización de la prueba fue exigente. Audi Sport respaldó estos test. Pudimos reproducir los fallos de los neumáticos durante las tandas, lo cual es satisfactorio porque nos permite analizar muy bien las condiciones y circunstancias que nos causaron dolores de cabeza en enero. En estrecha relación con esto están los reglajes de la suspensión, que hemos variado. Aún no hemos encontrado una solución al 100%, pero el test ha sido valioso y vamos por el buen camino”, analizó Sven Quandt, director de Q Motorsport.
Queda claro que Audi se ha tomado muy en serio su trabajo de cara a un Dakar que, para la marca alemana, ya ha comenzado. Todo el trabajo llevado a cabo en las pistas de Arabia se traslada ahora hasta una fábrica, que volverá a la competición con el Rally de Marruecos (12-18 de octubre). Para entonces esperan haber entendido cómo solucionar todas las debilidades de un prototipo que salvando esos pequeños fallos ya sabe lo que es ganar etapas y será, en la última cita del W2RC, cuando el RS Q e-tron E2 tenga su prueba de fuego antes del próximo Dakar en el que Sainz, buscará celebrar su cuarto Touareg. De momento, celebra su regreso: “Es estupendo volver a estar al volante”.