Rovanpera vuela hacia un nuevo triunfo en Letonia

El finlandés se ha escapado de Ogier y Sesks, en una etapa que vivió una extraña interrupción al caer un arco publicitario sobre el coche de Tanak.

Actualizado a 20 de julio de 2024 20:04 CEST

Se acabó la emoción en el Rally de Letonia. Si la prueba prometía una cerrada lucha entre Kalle Rovanpera, Martin Sesks y Sebastien Ogier, el finlandés se ha encargado de acabar con la intriga en la segunda etapa. Ha abierto distancia con sus perseguidores y vuela hacia un nuevo triunfo. La jornada vivió una extraña interrupción al caer un arco publicitario sobre el coche de Ott Tanak.

Rovanpera impuso un ritmo que no fueron capaces de seguir ni Ogier ni Sesks, el ídolo local que dio la sorpresa en la primera jornada. El francés adelantaba al letón, mientras que por detrás llegaba Tanak acechando. Un ataque que se vio interrumpido en el antepenúltimo tramo del día. Elfyn Evans llegaba pasado a un arco publicitario de Toyota y le daba un toque, y Tanak, que era el siguiente en la carretera, se lo ‘comía’, obligando a sacar bandera roja. En Polonia se ‘zampó’ un ciervo y ahora le ha tocado un anuncio del equipo rival.

“Creo que esto describe exactamente que estamos en buenas manos en términos de control de carrera”, explicaba el estonio con humor tras el incidente. “Probablemente estaban disfrutando de una buena comida y un buen vino cuando en las cámaras se pudo ver que la carretera estaba bloqueada y que venía un coche. Bien hecho, control de carrera, realmente nos estás cuidando. Estamos bien, pero se podía ver que la carretera estaba bloqueada y el control de carrera la mantenía en marcha. Espero que fuera un buen vino”.

Para colmo de males, perdió más tiempo en un toque con una bala de paja en la superespecial final, lo que le descolgó en su persecución a Ogier y Sesks. Rovanpera, que lleva ganadas 11 de las 16 especiales disputadas, se ha escapado el día en el que lograba la victoria de tramo número 200 de su carrera. Restan sólo 4 tramos y 64 kilómetros cronometrados y su renta parece ya suficiente para cantar un nuevo alirón tres semanas después del que entonó en Polonia.