Roma: “Tengo dos prioridades: ganar con Ford y mi hijo”

Ha pasado más de media vida visitando durante el año nuevo el desierto y aunque sabe que nunca será como la primera vez, “las ganas y la pasión” de Nani Roma (52 años, Barcelona) por el Dakar se mantienen intactas. El español afronta su 28ª participación en la carrera junto a Ford en un proyecto renovado, del que ha liderado el desarrollo del nuevo Raptor a pesar de un revés familiar que se ha convertido en una de las dos prioridades con las que afronta este 2025; donde solo piensa: “Ganar con Ford y estar con mi hijo”.

—Va a por su 28ª participación y está claro que la enfermedad le ha dado otra percepción de la vida. Pero, ¿sigue manteniendo la ilusión de la primera vez?

—Bueno, yo creo nunca es como la primera vez, nada. Yo creo que en la vida vamos evolucionando, vamos progresando y mantengo la ilusión, las ganas, la pasión porque me gusta mucho lo que hago y creo que somos afortunados de tener el trabajo que tenemos. Nos gusta mucho competir, nos gusta mucho estar en proyectos como este (con Ford) porque al final es una fortuna. Somos afortunados de que te cojan para formar parte de proyectos de estos y hoy en día ser capaces de crear algo, ayudar a crear algo nuevo, es muy apasionante. Eso es lo que me mantiene con ganas de competir. Disfruto mucho compitiendo, haciendo coches, ayudando a hacer coches, el trabajo diario, las actividades, el viajar o conocer gente, conocer desiertos... Pero creo que lo más importante es las ganas que tengo de seguir aprendiendo cosas. Aunque tengo ya pelos blancos, el hecho de seguir aprendiendo cada día es algo mágico.

—Dice que ya tiene algún pelo blanco, pero la realidad es que dentro del grupo de favoritos en el que están Carlos Sainz, Nasser Al Attiyah o Sébastien Loeb, solo este último es más joven que usted y en esta carrera suelen triunfar los más veteranos. Ese no es un mal síntoma.

—Bueno, es que es lo que tiene el Dakar, por eso seguimos siendo competitivos. También es verdad que hay disciplinas como la Fórmula 1, que teóricamente un tío de 40 años no tiene que ser competitivo y Fernando (Alonso) va a toda hostia. Por tanto esto de las edades ahora ya se cambia un poco. Yo siempre digo que la edad es un número y lo que importa es la persona, las ganas que tenga de hacer las cosas. Es verdad que yo ahora tengo que entrenar el doble que hace 20 años y por tanto me tengo que adaptar a mis años, pero yo creo que el Dakar, en el tema de la lectura y demás, la experiencia no es algo que se compre. Es algo que se gana y se gana con años. Yo, aún con 28 dakares, seguiré aprendiendo cosas.

—¿Cuál es la lección más importante que se ha llevado hasta ahora?

—El deporte te da muchas lecciones. Yo creo que al final la más importante es que haciendo las cosas bien, trabajando los valores tan típicos que se dicen, trabajando duro, haciendo las cosas bien, creyendo en uno... se puede conseguir lo que uno quiera. Pero tienes que tener talento. O sea, tampoco es aquello que a veces veo a alguien hablando, estos coach, ¿no? ‘Si tú quieres, puedes’. No, no, no. Con talento, trabajando muy duro, con pasión, con motivación, puedes conseguir muchas cosas, pero lo que te va a determinar es tu talento. Pero la gran lección es el valorar todo el proceso. También me ha dado un valor personal y profesional saber que soy muy afortunado de tener la vida que tengo. Esto lo aprendí en África, de la suerte que tenemos de haber nacido donde hemos nacido. Por tanto, y sobre todo esto, valorar mucho lo que tenemos. Y estar más contentos, tenemos que estar más contentos.

—Entiendo que para usted el año pasado su sueño simplemente era volver al Dakar. Pero ahora, ¿cuál es el sueño de Nani Roma?

—Bueno, yo creo que hemos pasado momentos difíciles. He pasado un momento personal, físico, muy duro (superó un cáncer de vejiga), pero al final es un momento que pasas o no pasas. Ya está. Si te va mal, pues te vas para el otro barrio, y si no, te quedas. Pues nos hemos quedado. Y este otro (la lesión que dejó parapléjico a su hijo Marc), pues ya es un tema más complejo, ¿no? Es un hijo, es una situación compleja ver a tus hijos que no están bien; es duro. Pero sigo pensando lo mismo. La reflexión diaria que hago de todo es que ayer es pasado. Mañana no sabemos qué pasará. Y hoy, vívelo. Por tanto, aquí estamos. Ahora estoy en esta situación de ‘vamos a vivir hoy tranquilamente’. Ahora estoy aquí, contigo hablando, mañana habrá otra cosa y vamos así avanzando. Tengo ahora dos prioridades en mi vida. Una es intentar ganar el Dakar con Ford, y la otra es cuidar y estar con mi hijo. Cuidar de mi hijo no, porque por suerte se va a cuidar solo, y es muy valiente el tío, pero sí quiero estar a su lado. Y a nivel profesional quiero intentar dar lo máximo, trabajar bien e intentar ganar el Dakar.

—¿Se puede ganar el Dakar?

—Yo creo que sí, por eso estamos aquí. A mí me gusta mucho competir. No es una situación fácil cuando haces un coche de cero. Tenemos claro, como decía antes con los pelos blancos, que (el Raptor) es el único coche de cero dentro de las marcas top. Hemos empezado más de cero que los demás, porque Dacia ya venía del Hunter, Toyota tiene un coche ya muy probado y Mini también tiene un coche muy probado... Pero la motivación grande que tenemos todo el equipo es intentar cambiar la historia.

—Entonces, ¿deja de lado el perfil bajo del año pasado?

—Sí. Es que el año pasado no teníamos el coche que tenemos este año. El año pasado sabíamos el coche que teníamos. Nos puteó el tercer puesto en Marruecos, que rompieron todos y hicimos terceros, pero sabíamos el coche que teníamos y sabíamos que era ir a sufrir un poco para aprender para este año. Y en lo demás, tenemos un muy buen coche. Ahora será una carrera súper compleja, una carrera muy dura, primera semana dura... Lo único que seguro que no vamos a hacer es tener reproches si va mal, porque hemos currado mucho. Y cuando tú trabajas mucho, nunca puedes tener reproches.

—Por lo que me han contado, ha sido un año muy intenso para todos en Ford...

—Mucho. Hemos hecho 17.000 kilómetros de test y hemos currado mucho. Por tanto, como te digo, el deporte es el deporte y la carrera es la carrera. Puede pasar cualquier cosa. Pero ya te digo yo que si pasa cualquier cosa, no me vas a oír decirte, ‘ah, es que no hemos trabajado, es que el equipo ha hecho esto mal’. No, porque todo el mundo ha puesto una barbaridad de su parte. Hay que felicitar mucho a todo el equipo.

—Como usted dice, al hablar de un Dakar todo se llena de incertidumbre a nivel mecánico. Pero a nivel de personas, ¿siente que cuentan con el mejor equipo?

—Esto de decir que tenemos al mejor equipo... Es que yo no sé los otros cómo son. Lo que sí sé es cómo somos nosotros y sé cómo hemos trabajado y tenemos un muy buen equipo humano de mecánicos, ingenieros... todo el mundo. Desde Malcolm Wilson a Matt Wilson, es una gente que es muy familiar en el trato con todo el mundo. Nosotros nos entendemos muy bien. Yo creo que Carlos (Sainz) y yo hemos llegado a un momento en nuestras vidas en el que estamos como más tranquilos y pausados. Mattias (Ekstrom) es más joven, pero yo creo que también entiende el tema del equipo. Y luego hay un joven americano (Mitch Guthrie) que tiene una oportunidad enorme de estar con nosotros. Pero tengo que decirte que sí, que tenemos el mejor equipo, aunque sea lo que dice cada uno.

—¿No ganar este primer año con el nuevo coche se entendería como un fracaso? ¿O aceptáis esa posibilidad?

—Yo creo que es aceptarlo. Yo creo que si hay alguien del equipo o de Ford Performance que pueda pensar que es un fracaso... Yo creo que el fracaso sería si pretendemos ganar sin haber trabajado, sin haber hecho las cosas bien. Para mí esto es un fracaso. Pero cuando Ford Performance pone el máximo, M-Sport pone el máximo, los mecánicos ponen el máximo, los ingenieros el máximo, los pilotos ponen el máximo... luego es el deporte. Fracasar para mí es no hacer las cosas bien. Es que no hay fracasos. Fracasos en el mundo del deporte no existen si se trabaja. Fracasar sería si pretendemos, como te he dicho, ganar algo sin poner los medios. Pero cuando tú pones todo, para mí no será un fracaso si no ganamos.

—¿A quién ve usted arriba? Esta edición parece mucho más estratégica y hay etapas clave como la 48 horas que llegan muy pronto.

—Sí, sí. Será muy dura. Será una carrera difícil la primera semana porque hay 48 horas, maratón a los dos días... La primera semana será muy dura y por eso nos hemos concentrado mucho en llegar muy bien al prólogo y tener el coche perfecto. Si no, no te va a dar para el resto de carrera. Por tanto, será estratégica, larga, de pensar mucho. Cosa difícil cuando compites, pensar. Ahí dices, ‘hostia, si aflojo para que me saquen... Pero ¿y cuánto aflojo? ¿Cuánto afloja mi rival?’. No hay un reloj que te permita saber si aflojas dos o aflojas cinco (segundos). Por tanto será clave encontrar el compromiso. A partir de ahí, los de siempre van a estar arriba. O sea, ‘Seb’ (Loeb), Nasser (Al Attiyah) a toda hostia, Carlos, Mattias, los Toyota, los chavales jóvenes como Moraes... A mí me gusta mucho Moraes y luego, De Mevius con el Mini. Va a haber unos cuantos (aspirantes), va a ser entretenido y vais a pasarlo bien.

—¿Cree que ese compromiso entre la velocidad y saber cuándo hay que parar un poco, va a ser la clave de la carrera?

—Yo creo que sí. Es muy fácil decirlo pero complicado de aplicarlo. Porque lo que te decía, no tenemos referencias de nada. Pero bueno, la experiencia puede ayudar y luego veremos qué pasa. Pero será una carrera interesante. No sé si... Obviamente vas súper centrado en el pilotaje pero no sé si el hecho de venir de las motos... Creo que va a ser, sobre todo este año, confianza ciega hacia Álex (Haro, su copiloto), sobre todo con la división de recorridos y demás.

—¿Le sigue quedando algo de su etapa en moto?

—Sí. Me ayuda mucho. Me ayuda muchísimo la lectura del terreno, la lectura de muchas cosas, entender el desierto... Esto es una gran ayuda porque en moto o lo entiendes o no vas rápido. Porque a la velocidad que vamos, teniendo que hacer todo lo que haces, o entiendes muy bien a leer el desierto o no eres rápido. Por tanto, me sigo ayudando y ayudo mucho a Álex. Yo también intento no meterme tanto donde no me llaman porque a veces Álex se cabrea conmigo cuando me meto demasiado. Pero sí, me ayuda mucho.

—Habla de que quieren la victoria, pero ¿qué resultado le dejaría satisfecho?

—Nunca es suficiente. Es que nunca. Hasta a veces cuando ganas estás cabreado porque has ganado y podrías haber hecho mejor. Es que somos un desastre. A veces ganas y piensas que te vas a casa y podrías haber ganado por más. Y piensas ‘que estúpidos somos’.

—¿Realmente piensa en eso?

—Y tanto. He ganado porque ¿sabes qué pasa? Que las victorias a veces te esconden, te enmascaran errores. O sea, Honda, por un ejemplo tonto, no vale la pena escribirlo. El error de Honda MotoGP es pensar que era la moto que ganaba, no Marc. Y cuando se dieron cuenta de que era Marc, ¡hostia! ¿Y ahora dónde estamos? ¿Y ahora qué hacemos? Pues es esto. Las victorias enmascaran lo que haces mal. Me gusta esa frase. Es que es verdad. Porque cuando ganas, ¡hostia qué bien! Es la euforia, ¿no? Pero tienes que analizar por qué has ganado. Si tú has ganado y todo se ha roto, es una cosa. Si tú has ganado porque has ido mucho más rápido, el coche ha ido mejor, vale, está bien. Pero aunque hagas esto, analiza por qué hay cosas que hubiera hecho mejor. ¿Sabes? O sea que para mí es importante, la victoria enmascara muchas cosas y siempre es bueno pensar, y a veces la estupidez humana y nuestra es grande. Cuando ganas aún no estás contento y me pone de mala hostia. Cuando has ganado alguna carrera y te vas pensando, ¡esto lo he hecho mal! Pero pienso también que es lo que nos mantiene vivos y motivados.

—¿Qué mantiene vivo a Nani Roma?

—El día a día. El día a día y sobre todo las carreras. Pero a nivel profesional, a nivel personal, el día a día. En mi casa tengo la suerte de vivir en una casa de payés donde tengo campo, donde tengo un tractor, donde tengo cosas. Me lo paso bien haciendo eso. Me mantiene vivo estar activo, ver cosas, ver gente, hablar con gente. Muchas, muchas cosas me mantienen vivo y por muchos años. Y que sea el Dakar muchos años más. Carlos con 62 sigue ahí y no ha acabado todavía. A ver si no se para.

—Mucha suerte Nani.

—Muchas gracias.

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