Peugeot se afila las garras

En Versalles, y con AS de testigo, presentó Peugeot su nuevo proyecto para el WEC, ese que comenzó el año pasado en Monza y con el que quiere competir y luchar por las victorias en la era de los Hypercar con su 9X8. “No queremos revelar todos los detalles ahora, pero básicamente hemos mejorado todas las cosas que pensamos que necesitábamos para mejorar el rendimiento y también para solucionar algunos de los problemas que tuvimos las últimas carreras. ¿Notaremos alguna diferencia cuando veamos el coche? Sí”, afirma Olivier Jansonnie, director técnico de Peugeot en un encuentro con la prensa en la base de operaciones de la marca francesa.

El concepto del 9X8 continúa siendo rompedor, un coche compacto, sin alerón, algo por lo que apuestan descaradamente en la marca del león, que se afila las garras para competir ante Toyota, Ferrari (con el 50 para Miguel Molina), Porsche, Cadillac, y Glickenhaus con otros conceptos de coches, la pista dirá quien acierta, pero Jansonnie explica su visión: “Hay varias formas de conseguir los mismos objetivos y creo que la que usamos es la que no se ha usado, ese es el hecho. Quiero decir que el diseño del coche tiene que ser entendido como un paquete completo. Todo el mundo ha utilizado lo que piensa que es lo mejor”.

En Satory, cuartel general de Peugeot, no han dejado nada al azar para afrontar la era Hypercar. Con varios contenedores ya empaquetados mirando a Sebring (sede del prólogo y la primera carrera del campeonato, 17 de marzo) se trabaja a pleno rendimiento, exprimiendo los motores en las condiciones más realistas posibles, buscando las debilidades y mejorando las fortalezas. Lo que se tenga que romper, mejor que se rompa en talleres, explican en Peugeot. Todo se fabrica y se prueba allí: motores, suspensiones, sistemas eléctricos…

Miran con ambición al 2023

Con esa base y contando con que Peugeot sólo hizo la última mitad de la temporada del WEC en 2023, AS le pregunta directamente a Paul Di Resta si es posible ganar ya carreras a Toyota. Y la respuesta del escocés con pasado en F1 igual de clara y directa: “No veo por qué no”. Aún así, Di Resta es consciente de que los japoneses son los máximos favoritos, a pesar del desembarco de numerosas marcas: “Han estado compitiendo durante esta era híbrida de LMP1. Así que tienen las bases que nadie más tiene. Todos los demás estamos tratando de construirlas y tratando de aprender rápidamente”, zanja.

Y en el horizonte, marcada la fecha en rojo, las 24 Horas de Le Mans. Edición especial por ser las del centenario, y más para un equipo francés corriendo en casa con un piloto francés en su tripulación, Jean-Éric Vergne. “El coche es fantástico”, indica, a la vez que quiere usar esa ‘presión’ por correr en casa en su favor: “He visto una mejora muy grande desde el primer día que condujimos el coche. Se puede decir que sí que habrá presión extra, pero la presión extra debería impulsarte más. Creo que va a ser una carrera fantástica. Pero en cuanto a mi trabajo y mi motivación, no cambia nada. Ni siquiera me lo planteo”, finaliza.