Palou se defiende como gato panza arriba y sale más líder de Gateway
El español, que partía 16º debido a una sanción, acaba en la cuarta posición y amplía el liderato en una carrera en que se lleva Newgarden.
Álex Palou tenía en Gateway una difícil papeleta que solventar. Y lo hizo. Con una dosis de fortuna. Porque logró remontar hasta el quinto en meta (cuarto por sanción a Herta) y además vio a su más inmediato perseguidor, Will Power, estrellado contra el muro y echando las culpa a sus compañeros de Penske.
La sanción de nueve posiciones en parrilla al español le relegó hasta la 16ª plaza de salida, obligado a una remontada ante rivales directos como McLaughlin, primero, Newgarden, cuarto y Power, quinto. O’Ward, beneficiado por las penalizaciones, partía octavo. Por detrás, solo Scott Dixon, 19º también con nuevo motor Honda, y Colton Herta, 25º tras perder el control de su Andretti en la clasificación. Pero el californiano hizo una remontada brutal para cruzar meta en el cuarto puesto, por detrás de Newgarden, McLaughlin y Lundqvist y por delante de Palou, quinto. Una sanción postcarrera al californiano le haría ceder su plaza con el español.
El barcelonés cumplió, llegó hasta dónde pudo, que fue un ese cuarto heredado. Desde el comienzo se presuponía que la victoria iba a ser una cuestión de los Penske y de Malukas, quien vio sus opciones truncadas al final de la carrera por un toque con Power, antes del abandono de este último. Tampoco optaron a la gloria O’Ward y Ericsson, retirados, ni Scott Dixon, quien intentó una estrategia diferente que esta vez no le funcionó. Ganó Newgarden, que le recupera puntos a un Palou que mantiene el liderato y con más diferencia de la que tenía antes de la carrera. Llegó con un colchón de 49 puntos y afronta las últimas cuatro citas (con tres ovales) con 59 sobre Herta, 65 ante Dixon y 66 ante Power. Botín inmejorable de más de una carrera de ventaja.
De salida, Palou recuperó tres plazas, mientras que por delante los tres Penske amenazaban con copar las tres primeras posiciones, una circunstancia que solo evitaba Malukas con el Meyer Shank. En esas estaba la carrera cuando en la vuelta 9 un incidente entre Katherine Legge y Ed Carpenter en la Curva 1 ponía pausa y paraba la remontada del español, ya undécimo. La interrupción la aprovechó Dixon para cambiar el paso y dividir la estrategia en Ganassi. El embrollo aupó al bicampeón a la novena plaza, ya dentro de un top-10 que cerraba… Herta.
Antes de completar el primero de los pasos por boxes, O’Ward ya estaba fuera de carrera y al frente permanecía el tres contra uno de los Penske contra Malukas. Ericsson, VeeKay, Armstrong estaban vigilantes y Herta y el barcelonés confirmando sus remontadas, más salvaje la del norteamericano, recuperando 17 posiciones por entonces. Pero la enseñanza que estaba dejando la carrera ya por la vuelta cien es que los cuatro primeros tenían algo más de velocidad. Y la realización ya se fijaba en el estratega de Scott Dixon, duodécimo a esas alturas. Porque es el rey de correr a la contra y aparecer en el momento menos esperado. Aquí no le funcionó.
Pasado el ecuador, la pista se convirtió en un campo de batalla entre las dos estrategias, la principal, en la que se encontraba Palou y liderada por Power y la alternativa liderada por Dixon que buscaba ahorrar hasta la última gota de gasolina. En la vuelta 180 parecía no ser la opción correcta, como así fue.
Todos tenían que hacer una parada más y lideraban los tres Penske con McLaughlin, Power y Newgarden, en ese orden. Un paso por detrás estaba Malukas cuarto ajeno a su cruel futuro, Lundqvist, quinto y Álex Palou, sexto en modo ahorro, lo que le costó caer hasta el octavo antes de que el loco final volteara todo. En cualquier caso, no había mucho más en ese Ganassi, la victoria ya era una cuestión interna de Penske, pero el líder del campeonato estaba minimizando daños. Y muchos. Casi se autodescartó, ironías de la vida, Newgarden al intentar doblar de manera precipitada a Palou por fuera, trompear y provocar una bandera amarilla, que lo que hizo fue eliminar a Dixon, que justo salía de boxes.
Quedaba el último stint. Power y Malukas estiraron al máximo su repostaje para apostar por la pura velocidad en el tramo final. Ninguno acabaría. Mientras que otros como McLaughlin, Newgarden, Rossi, Rosenqvist, Herta y Palou ahorraban para poder llegar y rezando por una bandera amarilla. Que llegó. Por un toque de Malukas, al muro, y Will Power a 20 del final, que dejó el pleito entre McLaughlin y Newgarden, con parada gratis de gasolina y gomas. Con nueve vueltas por delante, los nervios pudieron con Rossi, que se chocó con Will Power, quien a su vez acusó a los líderes (sus compañeros de equipo en Penske en continua guerra interna y que acabó con peineta de Power a Newgarden) de no acelerar con la bandera verde. Un golpe de fortuna para Palou, quien se vio cuarto tras esquivar a los dos accidentados y adelantar a Lundqvist y dejar a su inmediato perseguidor KO.
Se decretó la bandera roja y la carrera se resolvió ya en la noche americana, muy de madrugada en España, y a siete vueltas. Palou cedió ante Lundqvist, como hizo posteriormente Herta, para perder un podio que rozó con los dedos. Newgarden se llevó su segunda victoria de la temporada tras decidir Dirección de Carrera que no había más investigación en aquella bandera roja. Si se revisó un bloqueo ilegal de Herta a Lundqvist que dejó al de Andretti quinto, ganando una plaza el bicampeón y actual líder. Esto es América y Palou quiere conquistarla por tercera vez.