Oasis entre óvalos para Palou

Dentro del maratón de óvalos que marcan el final de la temporada de la IndyCar, tres de las cuatro últimas carreras, llega un oasis para Álex Palou en forma de circuito permanente. Portland (domingo, 21:20 Movistar Deportes) es sobre el papel terreno favorable para Álex Palou, líder del certamen con 59 puntos de ventaja sobre Colton Herta (Andretti) y 65 sobre su compañero Scott Dixon. Los temidos y temerarios Penske de Power y McLaughlin apurarán sus opciones, están a 66 y 73, respectivamente.

El español, tras su remontada del domingo pasado en Gateway disfruta de un colchón cómodo, de más de una carrera. Y en Portland existe la posibilidad real de que aumente esa ventaja para afrontar los tres últimos óvalos con la tranquilidad necesaria. Y la posibilidad es real porque lo dicen los números y los precedentes. Diez de las 11 victorias de Palou en su carrera en la Indy han sido en circuitos no ovalados, incluidas las victorias en 2021 y 2023 en Portland. Curiosamente, las temporadas en las que ganó el título.

La remontada del pasado fin de semana llena de optimismo al equipo Ganassi y a su piloto, quien vio el cuarto puesto en Gateway como una victoria: “En un momento dado, pensábamos que podíamos acabar en el podio sin chocar, solo por cómo iba la estrategia. Yo diría que esto ha sido como una victoria. Obviamente, no es del todo un triunfo, pero teniendo en cuenta el día de los demás, está bien. Quieres ganar, pero no puedes hacerlo siempre”, dijo nada más bajarse del coche.

Menos alegría hay en los Penske en un año en el que ellos solos se han ido poniendo piedras por el camino. Primero fue la sanción en la primera carrera de la temporada por el uso irregular del push to pass. Luego vendría un toque entre ellos en Detroit y la última y más sonada, el accidente que acabó con Will Power en el muro y del que acusó a Newgarden por acelerar y frenar durante la penúltima relanzada. Le culpabilizó tanto que le dedicó una peineta que no calma las aguas en el equipo. Solo una victoria puede hacer que se calmen. Y que se reenganchen a un título que Palou y Ganassi quieren empezar a cerrar en Portland.