“No creo que podamos suplir la posición de Sainz”
Laia Sanz visita AS tras un Dakar donde se consolidó entre los mejores a la espera de cumplir su objetivo: “Un T1+ con un programa de carreras”. ¿Volver a la moto? “Ni de coña”.
Como en cualquier vida cotidiana, la trayectoria que se hace en el Dakar también transcurre quemando ciclos. Y aunque hay quien prefiere bajarse de la moto y despedirse del desierto para siempre, muchos otros como Peterhansel, Nani Roma o Isidre Eteve decidieron llevar a cabo una transición a las cuatro ruedas que vivió también Laia Sanz (38 años, Barcelona) hace tres ediciones. Después de once años acabando de manera consecutiva al manillar de una moto que “comenzó siendo un hierro”, la despedida en esa categoría la pronunció enrolada en una estructura oficial donde la tomaban “en serio” como admitió en su visita a AS, antes de sorprenderse a sí misma con aquellas aventuras que le abrieron las puertas de la categoría reina.
“No volvería en moto ni de coña (risas). Ahora lo veo y pienso, ‘qué loca estaba’. Qué se me había perdido para venir 11 veces, no dos o tres por error, ¡sino 11!. Solo cogería la moto en el Empty Quarter, es en la única etapa donde la echo de menos”, empezó diciendo sobre unos años en los que comenzó a forjar una historia, que sigue agrandando con el paso del tiempo. Su regreso a la redacción de AS siempre son buenas noticias: “Si estamos aquí es porque hemos acabado y hemos acabado bien”. Laia es la única piloto de toda la tripulación española que ha conseguido hacer pleno de dakares acabados (ya suma 14) y por delante, su próximo objetivo es un Despres que con 15 finisher consecutivos le pone alto el listón: “La putada será que si no acabo el año que viene, luego tendré que hacer 15 más (risas)”.
Cuántos dakares más tiene en mente Laia lo irá determinando el tiempo, pero lo que sí tiene claro la española es cómo le gustaría que fuesen: “Me gustaría tener un T1+ con un programa para acer carreras que al final es lo que te prepara bien para el Dakar. Nosotros probamos el coche (el Century de Astara) un día y medio antes de venir al Dakar y cuando llegas así, hasta que no pasan unos días todo es desconcertante”. Resultan cuando menos curiosas estas palabras de Sanz si miras atentamente a la tabla. La catalana acabó 15º en la general y más allá de su posición, su pilotaje la consagró como una de las mejores. Pero en el desierto ni siquiera una exhibición como esta donde acabó especiales a tres ruedas, superó sin mayores sobresaltos el Empty Quarter con el 4x2 y salió ilesa de la etapa de piedras, es garantía de nada.
“Soy la primera a la que le gustaría saber qué voy a hacer el año que viene”, confesó, sobre un proceso “que a veces se resuelve en octubre, otras antes y otras acabas salvado por la campana”. En estos momentos a Laia le toca “picar piedra”, pero lo importante es que lo más difícil ya lo ha dejado atrás: “Yo aposté por ir diez pasos hacia atrás para poder empezar con los coches. Partí de cero y aunque muchos otros (en referencia a Price) tienen un proyecto como el mío, tomar esta decisión es una elección de cada uno”.
“Una cosa es hacerlo bien y otra luchar por ganar el Dakar”
¿Sería con un buen proyecto un relevo a Carlos Sainz en la representación española dentro del raid? “Yo no creo que podamos suplir la posición de Carlos, él está en una guerra que nos queda muchísimo. Una cosa es estar en un equipo oficial, hacerlo bien, y otra cosa es luchar por ganar un Dakar. Que para mí ahora hay cuatro pilotos que pueden hacerlo. Una cosa es ganar etapas y ser rápidos, pero para el ganar el Dakar los candidatos son Carlos, Nasser (Al Attiyah), Loeb, Peterhansel, Ekstrom... y Moraes. No me dejo a nadie”.
A pesar de que no se ve en la puga por el triunfo a corto plazo, Laia sí considera que sería capaz de entrar en un top-10 que ha rozado para demostrar que se merece dar un paso más: “Soy muy pesada y en moto no hubiese pensado nunca en ser oficial en equipos como Honda o KTM, pero al final acabé haciendo novena y recalé en uno de esos equipos donde además, me tomaban en serio”. La española recuerda que “sólo hay que perseverar” en una carrera donde “el problema es venir la primera vez”. “Yo le digo a la gente que no venga porque sino va a tener que volver todos los años. Vuelves y quieres más, quieres hacerlo mejor”, admite, y ella le gustaría poder demostrarlo con T1+ para el que ya ha llamado a la puerta.