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RAIDS (MARRUECOS) | ETAPA 2

Nadie para a Sainz; los pinchazos, a Al-Attiyah

El madrileño volvió a dominar frente al resto de Audi, en una jornada donde el más rápido de todos fue un recuperado Loeb. El Toyota de Nasser pinchó en cuatro ocasiones.

Nadie para a Sainz; los pinchazos, a Al-Attiyah

Loeb lo avisó y no faltó a su palabra: “Tenemos la velocidad. Volveremos mañana (por hoy) para empujar de nuevo”. Y sin pinchazos ni problemas en la suspensión, el piloto de BRX ha completado los 315 kilómetros de especial entre Tan-Tan y Laayoune antes que nadie. Simplemente necesitó los dos primeros waypoints para terminar asaltando el liderato en la tercera referencia y a partir de ahí, solo se encargó de surcar las primeras dunas del recorrido manteniendo un ritmo que a priori, debería haberse visto ralentizado por las cualidades del escenario. Pero el francés tuvo claro su objetivo y lo ejecutó sin los problemas que le lastraron en el día de ayer y que hoy han visitado a Al-Attiyah.

Se las prometía muy felices el piloto de Toyota después de dos primeras jornadas con una superioridad relevante frente a su rival en la pelea por el título de W2RC, pero en esta ocasión la suerte le ha dado la espalda y los problemas han puesto punto y final a una progresión en la que cede el dominio frente a Loeb, después de haberse dejado 50 minutos con el piloto francés en la etapa de hoy. Hasta cuatro pinchazos ha sufrido Nasser a lo largo de un recorrido donde estuvo estancado por 20 minutos en su cambio de ruedas más largo, ya que después de las dos primeras averías, la última fue tan inoportuna como indeseada.

Al-Attiyah se vio obligado a esperar la asistencia de su compañero Jan Cruz Yacopini para poder cambiar esa tercera rueda, que les dejó fuera de los mejores en una categoría donde Isidre Esteve completó una jornada sobresaliente. El catalán vio meta al volante del Hilux justo detrás de un top-5 reservado para Terranova, Chicherit, Van Loon y Yacopini a la zaga del vencedor y al mismo tiempo, único favorito en aparecer por cabeza ya que el resto de pilotos que se han postulado como grandes rivales, siguen manteniendo su lucha personal en la categoría Open.

Se trata de unos Audi que no fueron los más rápidos sobre el recorrido, aunque siguen dejando mucho más que buenas sensaciones. Sobre todo un Carlos Sainz al que le está resultando irrelevante abrir pista en su categoría, lidiar con el polvo del resto o incluso con un terreno desgastado que nada tiene que ver con ese del que habla la organización cuando inician la aventura. Pero eso son mejores noticias todavía para el piloto madrileño, que vuelve a ser el más competitivo de sus compañeros de marca pese a un pequeño error de navegación, al mismo tiempo que su referencia, le hubiese valido en la tabla general para acabar justo por detrás de Loeb. Lo que se resume en otra jornada que finaliza con el trabajo bien hecho.

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Fin al dominio de Branch

Después de la alegría acumulada durante la jornada de ayer, el desierto recordaba a Branch que abrir pista tiene un precio que nunca pasa desapercibido. Después de dos días imponiéndose en motos, el piloto de Hero cayó hasta la duodécima posición de una tabla en la que cedió el dominio a Van Beveren. El francés recuperó todo el tiempo perdido entre el último punto de control y la meta frente Howes (4º), que en ese momento lideraba la etapa, para anteceder a un Kevin Benavides y un Brabec, que completaron una estrategia muy similar al del vencedor para superar también al piloto de Husqvarna.

De nuevo le tocó sufrir al vigente campeón del Dakar, Sunderland, dentro de una categoría donde la navegación se complicó más de lo esperado. Sin embargo todos son conscientes de que esto es un aperitivo para el próximo Dakar en el que se centró Santolino, undécimo. El salmantino aprovechó para probar cosas en su Sherco de cara a la próxima visita a Arabia, mientras que el otro español, Schareina, finalizó decimotercero tras codearse de nuevo con los oficiales.

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