Las motos intuyeron el peligro: “Madre mía cuando lleguen los coches...”
Barreda cuenta cómo afrontaron “una duna cortada” que acabó con las opciones de Audi en el Dakar: “Era una trampa, debería estar en el roadbook”.
Si hay algo que diferencia especialmente la categoría de motos con la de coches, son las sensaciones. Y desde que los pilotos de las dos ruedas pasaron por el kilómetro 212 de la sexta etapa, estas no fueron buenas de cara al paso de los prototipos por ese punto. No fue el único conflictivo del recorrido, pues tuvieron “un par de trampas” como cuenta Barreda, sobre un terreno en el que encontraron “dunas ciegas, que no ves, pero venía un agujero y otra pared”. Precisamente ese agujero fue en el que se hundieron Sainz y Peterhansel, junto a todas sus opciones de conquistar un Dakar en el que Audi, a partir de ahora, trabajará para seguir sumando victorias de etapa.
El reajuste de los objetivos llega después de un accidente inaudito “justo después de la neutralización”. A pesar de que Barreda habló del recorrido para explicar cómo vivió una etapa en la que finalizó cuarto, resultaba imposible no preguntarle por el kilómetro 212 cuando habló de esos “peligros” que no encontró el roadbook. En el caso del que dejó a Sainz sin aspiraciones, “era una duna cortada, que cuando la vimos paramos después y “dijimos: ‘Madre mía cuando lleguen ahí los coches...”. Supieron leer el peligro a la primera, un don que probablemente se consigue cuando luchas de manera vulnerable frente al desierto, y no se equivocaron.
Cuando llegaron los Audi, primero el de Peterhansel y el de Carlos justo después, ambos coches volaron en la típica duna donde “vienes a fondo, 160 km/h, un valle, bajada y de repente girabas el CAP (rumbo)”. “Con la moto era poner segunda, tercera, cuarta, quinta sexta…. Y de repente ‘¡Pum!”, expresó Barreda sobre la caída, en lo que considera “un peligro 3 que no estaba marcado en el roadbook”. ¿Debería haber aparecido? “Claro que debería estar”, insiste. Al fatídico punto se llegaba de un cambio de dirección. El de HRC reconoció que le asustó ya que fue uno de esos momentos en los que “se te ponen los ojos ahí.... ‘¡despacitooo!” y entre los pilotos vieron claro que “los coches más rápidos no tenían opción” en esa zona.
Es cierto que fueron bastantes los que salvaron la zona, pero “cuando con un coche vas a la velocidad que vas y no está en el ‘roadbook’”, las apariencias acaban jugando malas pasadas porque “ves un desierto todo planito por todos los lados”. Y nada más lejos de la realidad. “Eso es una trampa”, agrega Barreda, sobre un peligro que, insiste, debería aparecer reflejado como en muchas otras ocasiones: “Muchas veces te pueden poner un rumbo de 10 km y te dicen que hay diferentes agujeros y te buscas la vida. Pero ahí acabábamos de girar 500 metros antes, es un cambio de dirección y ahí debe estar el peligro, como está en muchos otros sitios”.