Empieza “un Dakar más duro todavía” para Laia Sanz
La española admite que la despedida llega en el momento menos oportuno, pero valora sus 14 ediciones acabadas pensando en volver: “No lo he dicho todo en el Dakar”.
Era una ocasión especial para que Laia Sainz (39 años, Barcelona) pudiese reivindicarse en el Dakar; una vez más. La española llegaba al desierto con la esperanza de aspirar a la victoria en su categoría y sin embargo, nada más comenzar la carrera, el destino le deparó otro final. Acompañado por la épica de una recuperación casi imposible, dos milímetros de deformación en la barra antivuelco tuvieron la culpa de que una racha histórica de 14 ediciones acabadas de manera consecutiva (11 en moto y tres en coche) llegase a su fin en el momento menos oportuno. Pero la catalana se reafirma en AS y asegura que “todavía no lo he dicho todo” en una próxima edición para la que ya ha comenzado la cuenta atrás: “Ahora empieza otro Dakar para estar aquí en 2026 y será más duro todavía”.
—¿Cómo se encuentra después de todo lo que pasó ayer? Supongo que habrá sido una noche...
—Una noche dura, pero ahora, esta mañana, ya un poco más animada, aunque se hace difícil ver el Dakar desde casa... No la había vivido nunca, es el primer año y la verdad que será difícil. Pero más este primer día, ver a todo el mundo salir hoy a la etapa de 48 Horas... Duele bastante, pero hay que tomárselo con filosofía y trabajar para el siguiente, no queda más.
—¿Ha podido dormir?
—No mucho.
—Cuéntenos cómo fue el accidente y toda la aventura que pasó para llegar hasta el vivac.
—Ayer fue un día... Ya no empezó bien el día, teníamos una muy buena posición de salida que no pudimos aprovechar muy bien, nos quedamos sin tercera al kilómetro 20. Entonces, siendo una etapa tan técnica que era más difícil de lo que decían, porque fue una buena especial, teníamos que ir de segunda a cuarta, de cuarta a segunda, vigilando mucho. Pensábamos que no llegábamos por el cambio, de hecho íbamos con calma y aún así, luego viendo los tiempos y la clasificación, estábamos salvando muy bien el día. Luego nos dejaron de funcionar las tablets, todavía con más calma, nos pasó de De Villiers y en el polvo suyo, íbamos 10 centímetros fuera de una rodera, pillamos una piedra, nos levantó el coche y casi lo salvamos. Pero volcamos y luego tuve que ir a ver qué había pasado, porque es que cuando vas en una nube de polvo, a veces no ves lo que hay.
Da más rabia todavía, porque si dices ‘es que estoy apretando, estoy haciendo esto...’, pero no fue así. Era una etapa de supervivencia y es un disgusto, porque al final cuesta mucho venir aquí, creo que era un año para hacerlo muy bien, tanto en categoría como en la general, creo que lo podíamos hacer bien, de hecho me sorprendí en la prólogo, sin haber rodado ni probado el coche, estar tan adelante con los 4x4. Pero son cosas que pasan, también ya tocaba, al final son 15 Dakar, estar fuera de uno es igualmente algo muy único, lo que pasa que era un año en el que tenía especialmente ganas de hacerlo bien y de reivindicarme. Por eso duele un poco más.
—¿Cómo valora todo este viaje que le ha traído hasta aquí?
—Como digo, yo creo que lo que he hecho hasta ahora ha sido muy bestia. Si te pones a pensar yo lo valoro, y tocaba seguramente por estadística irse para casa; pero el primer día y de esta manera... pues duele. Además, ayer sufriendo mucho, pudimos reparar, llegar por dos minutos y cuando llegas hasta aquí por dos milímetros en las barras quedarte fuera... pues duele. Se entiende, pero duele.
—¿Entiende la decisión? Todos nos quedamos con esa cifra de dos milímetros, pero tiene su lógica.
—Los ingenieros del equipo decían que no hubiese pasado nada, pero también se entiende que al final, la gente de la FIA no quiera tomar esa responsabilidad. Si hubiese pasado algo más adelante, pues al final es un marrón. Se entiende, pero duele, y ojalá nos hubiesen dejado salir; aunque el Dakar ya no podíamos luchar por un resultado. Hubiésemos podido luchar por etapas, hacer kilómetros, que al final no tenemos la opción durante el año y por eso duele. Yo creo que también la decisión de la FIA es normal, por razones de seguridad es muy exigente y es lo que toca. El año pasado también le pasó a mi compañera de equipo y toca aceptarlo, pero es una putada.
—Al final, después de 14 años acabando de manera consecutiva es algo que podía llegar...
—Yo creo que todavía no he visto toda esta carrera y ha sido un año complicado. Pero al final creo que de todo se debe traer algo positivo. Ahora cuesta verlo, pero estoy segura de que esto ha pasado por algo. Siempre pienso que las cosas pasan por algo y estoy segura de que de aquí saldrán cosas buenas; como mínimo habremos aprendido cosas y hemos trabajado muy duro. Me duele, porque además este año había trabajado mucho físicamente, empecé a estar muy bien, conocíamos bien el coche... Creo que era un buen año para intentar ganar la categoría y teníamos muy buen ritmo, pero nos quedamos con esto.
—¿Ha llegado el abandono en el momento menos oportuno?
—Seguramente, pero es que en las carreras estas cosas pasan. Seguramente es el año que menos tocaba que pasara algo así, pero al final es así y hay que aceptarlo. Como he dicho, siempre intento ser positiva y las cosas malas pasan por algo, aunque cuesta verlo, pero estoy segura de que será por algo bueno. Ahora toca seguir remando, trabajando, y no hay más. Yo creo que todavía no lo he dicho todo aquí y tengo muchas ganas de que las cosas salgan bien.
—¿Cómo fue el punto en el que llegó el accidente?
—A nosotros ya no nos funcionaban las tablets, Gerry (su copiloto, Maurizio Gerini) hizo un trabajo increíble porque no nos perdimos. Luego donde estábamos parados, además de que tres o cuatro coches también se comieron nuestra piedra, más adelante había un punto complicado. Después de todo eso, nosotros íbamos muy justos a la puerta (intermedia, para cumplir el tiempo reglamentario), y casi no llegamos porque nos perdimos. Había gente por todos lados y de noche es muy difícil, encontramos el waypoint, por suerte, y pudimos llegar, pero había bastante follón.
—Y ahora empieza el otro Dakar, ¿no?
—El Dakar de estar en el Dakar 2026, que es más duro todavía. Ahora toca descansar un poco, desconectar, y trabajar para estar aquí el año que viene, con algún buen proyecto. A ver si podemos hacer kilómetros durante el año, que es creo lo que hace falta para también llegar aquí bien preparado.