Isidre Esteve: “En el desierto no existe la silla”

Isidre Esteve es un ejemplo de superación, de tenacidad y de no ponerse barreras. Y las que la vida le pone por delante, las sortea como las dunas de África antes y de Arabia ahora. Porque tras su accidente en 2007 que le dejó en silla de ruedas, el catalán volvió a embarcarse en su pasión, las carreras. Y eso que advierte: “El deporte es muy cruel. ¿Sabéis por qué? Porque solo gana uno. El segundo es el primero que pierde y del tercero muchas veces la gente no se acuerda”.

Y lo dice con conocimiento de causa. Porque su accidente llegó en el mejor momento de su carrera deportiva: “Siempre teníamos opciones de que vamos allá, de que estaremos arriba. Cuando tuve el accidente naturalmente se desvaneció absolutamente de todo, ya no había objetivo. Ya no había nada”. O eso pensaba él. Porque va a por su edición número diez en coches del Rally Dakar, la carrera off road más exigente y dura del mundo. Como la conoció él y como la encontró cuando regresó a ella, ya con un coche adaptado: “Le dije a Eric (su copiloto en 2009), ‘ostras, no ha cambiado nada”.

Como un obstáculo más, Isidre pasó de competir en moto a hacerlo en coche, junto a los mejores: Loeb, Peterhansel, Sainz, Al-Attiyah, Nani Roma... Y en igualdad de condiciones, como dice él mismo: “Somos uno más. Esa es la motivación. Pase lo que pase, cambie del modo que cambie nuestra situación, podemos considerar seguir haciendo aquello que nos gusta y debemos darle también las gracias a nuestro entorno, en mi caso, a la gente que nos rodea, que nos ayuda. Si yo no sabía conducir… Y me dijeron, si ibas rápido en moto, lo irás en coche”, continúa el piloto del equipo Repsol.

En el Dakar Isidre, como el resto de competidores, busca sus límites. Sin barreras. Sin impedimentos. Sólo los que marque el roadbook: “Voy a las carreras, al Dakar, estoy en la sociedad. ¿Sabes? No hay lesión, No hay silla, no hay nada”. Pero sí hay, hay un piloto de rally raids que va a por su 20 cumpleaños en la arena. Y no quiere tener un tratamiento especial por su discapacidad, porque él es, ante todo, piloto: “El hecho de no tener ningún tipo de bonificación, todavía me motiva más”. Contra el reloj habrá algunos pilotos que ganen a Esteve. A motivación, muy pocos.