Este Dakar no perdona
La primera semana ha dejado fuera de la lucha por el Touareg a grandes favoritos. La categoría de coches acaba siendo la más perjudicada.
No importa a quién preguntes. La respuesta a si esta edición del Dakar (a pesar de que todavía queda la segunda semana) está siendo la más dura y exigente desde que el rally llegó a Arabia Saudí, es un sí rotundo. Pero no solo eso, la edición está dejando especiales en las que nunca antes los pilotos habían sufrido tanto. En cada regreso al vivac las conclusiones eran muy parecidas, “ha sido muy duro” se repetía con frecuencia una vez se descubría cada etapa y eso, ocurría en el mejor de los casos. Porque la primera semana de esta 45ª edición del rally más duro del mundo, ha sido decisiva especialmente para los coches y ha dejado, a las primeras de cambios, a grandes favoritos sin opciones de nada.
El primer impacto de todos llegó con un Sunderland que defendía corona y sufrió la dureza de esta edición en la primera etapa. Una caída tumbó al vigente campeón dejando a la categoría de motos huérfana, en busca de su octavo ganador diferente en los últimos años. A diferencia de las cuatro ruedas, en esta categoría son varios los nombres que siguen teniendo posibilidades de vencer, porque de partida ya se esperaban a unos 10 favoritos al triunfo, pero tan solo dos días después también cayó Brabec para seguir acortando una lista en la que Mason Klein, recién estrenado como vencedor, tiene claro cuál es su favorito: “Toby (Price), aunque también veo a Skyler está muy cerca... No lo sé porque está todo muy ajustado, pero diría que Toby”.
Barre para casa el piloto americano de KTM y aunque resulta sorprendente ver la sangría de estos primeros ocho días, Barreda asegura que sabían “que iba a ser así. Se preveía una semana muy exigente, con mucha navegación”. El libro de ruta dentro de toda la odisea que ha supuesto el recorrido ha sido lo menos conflictivo, la categoría viene “de días difíciles”, que no han sido menos complicados para los coches. Sobre todo, porque en motos todavía existen varios candidatos al Touareg mientras que en las cuatro ruedas, la carrera está vista para sentencia y solo Al Attiyah tiene en su mano perderla. Otra vez.
De primeras fue Loeb quien se bajó del carro en una segunda etapa repleta de problemas. El discurso del francés está a prácticamente dos horas del Hilux y aunque su discurso sigue siendo optimista (y en parte realista), “el Dakar nunca está acabado hasta el final”, muy mal se le tendría que dar a Nasser una segunda semana donde le basta con asegurar. Ni siquiera necesita velocidad. La potencia del BRX y los Audi sobre la que tanto habla el qatarí, no es una amenaza en estos momentos. Sobre todo porque la marca de los cuatro aros también está fuera de juego. La sexta etapa acabó con cualquier opción de victoria para Saniz y Peterhansel tras un vuelo de seis metros y también, con cualquier rival para Al Attiyah más allá del propio desierto. Aunque su relación siempre ha sido ejemplar.
Pese a toda su ventaja el qatarí espera también una segunda semana “muy complicada” y aunque que su rival más cercano en la general, Lategan, no es ninguno de los que contaba para ponerle en problemas, prefiere no verse como ganador: “(La primera semana) no ha decidido el título, necesitamos ir con cuidado y al 100% para no cometer ningún error”. Aunque en los últimos años es prácticamente reprocharle alguno, Al Attiyah sigue manteniendo un discurso conservador incluso sabiendo, en el fondo, que todo depende de él. El Dakar más selectivo de todos los tiempos, está en sus manos.