¿Es el Audi un coche ganador?
Joan Navarro, ingeniero jefe del RS Q e-tron de Sainz y uno de los artífices del prototipo, responde: “Sí, lo es”. Rolf Michl, jefe del proyecto, se reivindica: “Este año podemos ganar”.
Desde que Audi llegó al Dakar, hace ahora tres ediciones, el objetivo de la marca de los cuatro aros era evidente. Salían a ganar, “al principio todo el mundo tenía a Audi como favorito y de hecho se esperaba que el coche fuera una bala, pero no fue así”. Joan Navarro, ingeniero jefe de Carlos Sainz y uno de los artífices del prototipo, habla con AS sobre cómo fue un estreno donde el RS Q e-tron estuvo lastrado por el peso y además, “a nivel de prestaciones el Audi nunca ha sido mejor que los demás porque siempre hemos tenido el hándicap de los kilos”. Trabajaron para reducirlo en casi 80, pero esa rebaja sigue estando unas 100 unidades por encima de las de sus rivales más directos y “este año por primera vez se ha igualado”.
Esta afirmación del español abre una caja de Pandora: “Es el EOT, lo que llaman el ‘Equivalent of Technology’. Vieron que el Audi aceleraba meno y nos dieron 8 kilovatios más, aunque nos faltaban mínimo 12. Ahora con el cambio de reglamento nos han dado más potencia para compensar el peso que llevamos y ahora estamos igualados”. Y de ella surge la pregunta: ¿Es el Audi un coche ganador? Joan responde: “Yo creo que sí que es un coche ganador porque a nivel tecnológico es una cosa que es mucho más eficiente. No hay ningún coche en el Dakar que sea tan eficiente como este y la eficiencia siempre va relacionado al performance. Cuanto más eficiente, significa realmente que el coche es más competitivo”.
Desde el seno de Audi hay optimismo y al hilo de las palabras del ingeniero español, Rolf Michl, responsable del proyecto Dakar, también se ve con opciones de un buen resultado: “Tenemos mucha confianza en que este año podemos ganar, el año pasado no tuvimos mucha suerte pero si todo encaja, podemos lograrlo”. Es un mensaje de optimismo en medio de un ambiente enrarecido ante la posibilidad de que sea el último año y como reconoce Joan, eso hace “que haya más presión”: “Siempre tenemos que pensar y vivir como si te fueras a morir mañana, porque puede ser que nos vayamos a morir después de este Dakar, entonces estamos viviendo con este miedo y la presión añadida de que, obviamente, solo nos vale ir a ganar. Esa presión hace que sea todo más serio, pero no creo que sea cuestión de ánimo porque a pesar de todo lo que ha pasado el equipo está muy motivado. Tenemos coche y pilotos para ganar”.
“Nuestro peso es como llevar dos ruedas extra”
El mensaje que se traslada desde la estructura alemana es ambicioso pero realista, pues Joan sabe que no todo no es perfecto en un prototipo excesivamente complejo a nivel tecnológico. Para ponerlo en perspectiva, explica: “Antes en el Mini yo miraba solo todos los datos, pero aquí es imposible. Aquí necesitamos la ayuda de todo el equipo y somos 10 ingenieros”. Esa parte tecnológica es la que siempre ha preocupado a Sainz y el ingeniero español reconoce que “tiene más riesgo de que te falle algo del software, un sensor, un conector o cualquier cable...”, pero esas cosas “siempre pasan en el Dakar, cada día” y en una carrera como esta es completamente imposible “ir sobrado”. Por eso la mayor desventaja del Audi con respecto a sus rivales no marcha por ese camino.
Hay debilidades, sí, “pero simplemente en los baches. No vamos tan bien por el hecho del peso”. El RS Q e-tron se fortalece con “una muy buena tracción”, pero realmente esos 100 kilos de más “que son como dos ruedas de recambio extra”, son el gran lastre de un prototipo que “será más débil en todos esos sitios donde el peso pase factura, como baches o frenadas”. Pero la potencia extra que han obtenido “está dada para compensar el coche” y como recuerda el jefe, si todo sale bien, este puede ser su año.
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