En busca del tesoro
Extreme E disputa su segunda cita de la temporada en una antigua mina de carbón a cielo abierto, de la que el equipo Acciona Sainz tratará de salir líder en solitario.
Se pueden buscar muchas cosas en el interior de una mina, pero la que visitará Extreme E en su segunda ronda del año, está lejos de ser la usual. En primer lugar porque la mina que visitará el certamen eléctrico está a cielo abierto y después, porque el tesoro no llegará en forma de piedras preciosas sino de puntos. Sumar cifras al contador será el mayor botín que puedan sacar todos los equipos en general y la estructura Acciona Sainz en particular, ya que después de haberse estrenado como ganadores en la serie con el primer triunfo de Laia Sanz y Ekstrom que llegó en Arabia Saudí, el siguiente paso es salir de Escocia con el liderato de la general en solitario.
Los 46 puntos de su casillero hacen que el equipo de Sainz colidere la tabla con Veloce, al frente, y en lo que será “una de las carreras más dramáticos y extremas” de la historia del certamen según su fundador, Alejandro Agag, será fundamental marcar las diferencias en torno a un escenario peculiar. Antes de convertirse en una central hidroeléctrica reversible y un parque eólico, los terrenos de Glenmuckloch serán una pista de carreras donde su exigencia, puede comenzar a perfilar lo que será una temporada donde, por primera vez, la pareja de Rosberg (3ª en la clasificación) no es la referencia de una general que acostumbraban dominar a su antojo.
La suerte abandonó al equipo campeón cuando dejó de serlo, en el final de la segunda edición. Entonces ese factor debería haber pasado a formar parte de la estructura de Hamilton, pero la marcha de Loeb dejó a Cristina Gutiérrez con el peso de una estructura que de partida, defiende la corona en cuarta posición y con un nuevo integrante en sus filas que todavía debe aprender por qué, en Extreme E, se habla tanto del cuerpo a cuerpo. Especialmente en una temporada donde se cambió el formato para potenciar esa cualidad de la que sabe mucho Al Attiyah. El piloto de Cupra sigue manteniendo la agresividad que le caracterizó desde su estreno en el certamen y la marca española es el ejemplo de que los cambios, a veces, son necesarios. Aunque cuando las cosas funcionan, como sucedía en el X44, hacerlo puede pasar factura...