El futuro de Audi en el Dakar no condiciona a Sainz

A un día de empezar su 17º Dakar, el rostro de Carlos Sainz desprende felicidad y sobre todo, confianza. Cualquiera diría que lo tienen todo bajo control y aunque reconoce en un encuentro con la prensa española desplazada hasta Arabia Saudí que 2023 “ha sido un año duro, donde nos hubiese gustado llegar (al Dakar) con unas carreras y un ‘track record’ de menos problemas”, afortunadamente existe una parte positiva: “Que todos los problemas que surgieron en la Baja (Aragón) y Marruecos, no pasarán ahora”. En una carrera como esta las preocupaciones nunca desaparecen, sobre todo “con un coche con el que hay que ser muy valiente para hacerlo correr”, pero el máximo deseo “es que los problemas sean algo que vengan por la carrera y no por un problema mecánico” que entra dentro de los planes... pero no de las expectativas.

El objetivo “es estar arriba y luchando por la carrera desde el primer momento”. Hay quienes les dan tres días contados, pero ante las acusaciones Carlos es directo: “Cada uno es libre de pensar lo que quiera”. Mientras tanto Sainz intenta “visualizar una buena carrera porque soñar es gratis” y la imaginación del español “bastante activa” en un desierto al que se enfrentará con alguna que otra estrategia y sobre todo, experiencia. Un factor determinante entre el madrileño y las nuevas generaciones que llegan a la categoría reina: “Es la ley del mundo del deporte, y los veteranos siempre han estado para medir a la gente que llega, y en este hay un grupo de pilotos como Nasser, Peterhansel, Loeb, Nani (Roma), yo mismo... que llevamos muchos años luchando entre nosotros para ver quién gana el Dakar”.

Carlos saca a la palestra los nombres de los grandes favoritos al Touareg, aunque en el caso de Roma el español cree “que será el año que viene cuando realmente Ford marque un poco su llegada”. Hasta entonces serán el resto quienes pongan en listón y mientras unos se establecen en la categoría, el futuro de Audi se vislumbra más lejos que nunca del Dakar. La marca de los cuatro aros afronta el tercer y último año que marcaba su programa inicial, pero eso no condiciona el porvenir de un piloto que le resta prioridad a lo que pueda pasar: “Ahora tenemos que estar centrados en la carrera y cuando acabemos, ya se verá qué pasa. Todo lo que sea pensar ahora en un futuro no tiene ningún sentido”.

“Tienes que estar preparado para lo peor”

Para un tres veces ganador del Touareg “el futuro es mañana, y después de mañana será pasado mañana. Tenemos que enfocar todas las energías en el día de hoy porque pensar en qué va a pasar después no sirve de nada”. Y menos cuando estás buscando “el escenario de estar luchando hasta el final de la carrera por ganarla”. ¿Dónde estará la clave para poder hacerlo? “Mi experiencia me dice que muchas veces no se ha hablado de una etapa y luego te encuentras una sorpresa. El Dakar es una caja de sorpresas y tienes que estar preparado para lo peor cada día e ir reaccionando a lo que te vas encontrando”.

De partida Sainz se encontrará con una estructura reforzada por parte de Prodrive, que ganó “seis etapas el año pasado” como recuerda el español. “Con lo cual, si mezclas a Nasser (Al Attiyah) con Prodrive y encima con Loeb también, es una buena mezcla”. Quien sale perdiendo fuerza con ese movimiento es una marca como Toyota sin un veterano de renombre entre sus filas, pero Carlos insiste en que “en un Dakar puede pasar cualquier cosa” y eso no descarta al Hilux de estar en la pomada por un Touareg que vivirá un día clave en una penúltima etapa para la que “si llegas delante no te gustaría afrontarla y si llegas detrás, pensarás ‘que quien que esté al final’, porque puede cambiar cosas”. ¿Cambiará en algo el próximo año de Sainz? A partir del 19 de enero, ya tendrá “ocasión de mirarme al espejo y preguntarme esas preguntas que siempre debes de hacer al acabar un Dakar”.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.