Dakar | Coches (Etapa 3)
El Dakar da otro vuelco y regresan las malas noticias
La carrera le vuelve a dar la espalda a un Loeb que se accidentó durante el inicio de la especial y condenó sus opciones. La victoria fue para Variawa.
Con un par de favoritos menos y varias despedidas dolorosas, lo que no cambia en este Dakar es un ajuste de posiciones que siguen manteniendo la carrera tan viva como antes de empezar. Incluso a sabiendas de que se ha reducido la cifra de aspirantes y que la criba puede ser más selectiva todavía, después de una jornada en la que Sebastien Loeb protagonizó un vuelco importante que, ahora sí, ha comprometido su carrera. El infortunio no tardó demasiado en llegar para el francés, en una carrera que le vuelve a dar la espalda en su búsqueda del Toaureg; otra vez. Porque en el kilómetro 12 de una etapa recortada daba varias vueltas de campana con el Dacia, a causa de un bache tan impredecible como el desenlace que vivió.
Desde atrás, Mattias Ekstrom fue testigo directo de todo lo que sucedió en el Sandrider de Loeb. Desde la posición del sueco, un exceso de velocidad fue el desencadenante del accidente, pero los porqués en ese momento ya eran lo de menos. Dentro de las malas noticias, la parte positiva de ese vuelco es que el coche quedó bocarriba y la tripulación del Dacia no tardó demasiado en reemprender la marcha, tras comprobar que habían salido ilesos del desastre. Pero todo el tiempo que no se dejaron en un golpe que en principio fue más aparatoso que sus consecuencias, pasó factura con el paso de los kilómetros; pues en el 63 el francés se volvía a detener y cedía cerca de una hora con la cabeza.
Por delante, el Dacia de Cristina Gutiérrez (que se ha reenganchado con una 14ª posición) resistía sin ruedas de repuesto y Al Attiyah hacía su carrera sin tomar riesgos, en una versión del piloto qatarí que dista mucho de aquel que conquistó su último Touareg. Por detrás su compañero perdía las opciones de victoria tras salvar las 48 Horas y Ekstrom, aguantaba el ritmo del mejor Dacia en carrera y principal favorito a la victoria final. De alguna manera, tras el abandono de Carlos Sainz y la retirada de un Nani Roma que tras cambiar motor volvió a salir reenganchado con una séptima posición que se tradujo a la 21ª por la penalización que conlleva cambiar propulsor, las buenas noticias llegaban a Ford.
Ekstrom contenta a Ford
El piloto sueco está yendo rápido y la mecánica le está respetando todo lo necesario para no lamentar daños importantes. Dos factores que como ha demostrado el inicio de este Dakar en tan solo tres días de carrera, darán al ganador de esta edición. Aunque la resistencia no es sinónimo de facilidad. Las cosas nunca son sencillas en el desierto, ni siquiera cuando la etapa ha reducido su distancia de 496 a 327 kilómetros para dar un respiro a los pilotos y la mecánica, al mismo tiempo que prevenían de una posible tormenta. Por el camino Ekstrom sufrió un pinchazo y cometió algún error de navegación que le alejó de la victoria, aunque coqueteó con ella durante una gran parte de la especial. Pero finalmente el premio cayó del lado de Toyota, con el Hilux de un Variawa que celebró el triunfo como piloto más joven de la historia a sus 19 años.
El piloto sudafricano, desde atrás, triunfó en una jornada que tuvo a las piedras como protagonistas y muchos candidatos. Chicherit, De Mevius, Quintero o Ferreria también buscaron la primera posición y se vistieron de todos aquellos que ya no están. Pero solo hay un matador y un nueve veces campeón, que al menos tiene el consuelo de volver a repetir la épica de 2023. Entonces, Loeb (a más de una hora del liderato de Lategan en la general) remontó hasta la segunda posición un Dakar que parecía perdido; pero al que no se puede renunciar hasta que el crono diga lo contrario.