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INDYCAR | GP MONTEREY

Dixon reina en la locura y Palou cierra con podio

El campeón de la IndyCar 2023 acaba tercero en una carrera loca en la que se impuso, otra vez, el rey de correr con estrategia cambiada, Scott Dixon.

Dixon reina en la locura y Palou cierra con podio
Joe Skibinski

Fue un domingo a la tarde en los coches de choque cuando la IndyCar echó el telón a la temporada 2023 con una carrera caótica en la que pasó de todo y en la que a Álex Palou se le escapó la victoria por mala fortuna. Una carrera tan extravagante como la que se vivió en Laguna Seca solo podía dar la victoria a Scott Dixon, especialista en llegar desde atrás y aparecer en el liderato cuando nadie cuenta con él. El invitado sorpresa y de última hora en todas las fiestas. Por detrás de ese Ganassi, McLaughlin y el español, que subió al último podio del año para coger su segunda Copa Astor.

En la primera mitad de la prueba Palou lideraba cómodo y evitaba problemas, que los hubo de todos los colores. El barcelonés, que partía quinto, se aprovechó de una salida caótica para colocarse segundo y poco después dar cuenta del McLaren de Félix Rosenqvist y lanzarse con un ritmo endiablado, casi sonrojante para los demás, y sin competencia a por el sexto triunfo del año. Por el camino el campeón tuvo que sortear la salida antes mencionada, un doble trompo de Helio Castroneves que casi le manda a la lona, recuerdos de las 500 Millas Indianápolis, una bandera amarilla que le cogió entrando en boxes y casi le cuesta sanción, como también le pasó en las 500 Millas, y los enredos de las resalidas.

La fortuna que tuvo con ese warning se tornó en contra en la vuelta 60 con otro que parecía favorecer a O’Ward ya con su cambio realizado aunque sin montar las gomas rojas. La amarilla cogió mal estratégicamente a Palou, que marchaba primero y cuando todo se normalizó iba séptimo con las ruedas blandas que aún no había montado. Aparecieron más amarillas, tantas que el Safety Car de Oriol Serviá se vio obligado a repostar para no quedarse sin combustible. Una locura que favorecía ya a otros pilotos que venían con estrategia cambiada y que nadie veía venir, como el rey de esa circunstancia, un Dixon que fue penalizado de salida por cambio de motor y que incluso cumplió un drive through por chocar con VeeKay y que se veía líder a falta de 20 vueltas.

Finalmente, llegó una especie de calma tras la locura que envolvió todo y la victoria fue para el neozelandés (tercera del año) en un nuevo triunfo de la estrategia de su muro. Ganassi completó la fiesta con un podio de Palou, que recogió su Copa Astor como campeón. Lo pudo hacer desde lo más alto del cajón, pero eso ya era lo de menos. La pieza de caza mayor estaba ya en el bolsillo. Marcus Armstrong redondeó la excelsa temporada de la escudería Ganassi con su título de rookie del año.

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