De ir al colegio en caballo a fichar por una estrella del Real Madrid

Un Toyota Corolla del 89 es el culpable de que hoy, Christine GZ (30 años), esté ante su primer Dakar. Tenía 17 años cuando el prototipo japonés amarillo pollo pasó por delante de sus ojos y después de una semana saliendo a la puerta a la misma hora para volver a coincidir con aquel coche, “el coche volvió”: “Tenía que hacer algo, me tiré en medio de la carretera y el copiloto me dijo si estaba loca. Yo les pedí subirme, me enamoré totalmente y en ese momento dije, ‘no sé qué es esto, pero sé que es mi vida”. Así comenzó su pasión por las carreras como cuenta a AS, una piloto que comenzó yendo al colegio a la India en caballo y ha acabado siendo fichada por una estrella del Real Madrid para cumplir su sueño.

Cosas de la vida. Esa misma que le ha tenido 9 años pasando por México, Los Ángeles, Barcelona... en busca de una visita al desierto que todos veían imposible. Por el camino tuvo que vender su taller, su coche personal y hacer grandes esfuerzos económicos, pero un “súper apasionado del motor” como Courtois, cumple el sueño de una niña que disfrutaba desayunando en la copa de un árbol del colegio una vez llegó a Italia, o con una serpiente como mascota a la que llamó Hugo. Entonces fue su gran compañera, pero ahora lo será un T4 que surgió en una conversación secundaria mientras negociaban una colaboración con el TC Racing para la Fórmula 4 española: “Yo le comenté lo del Dakar y fue como, ‘pues vamos al Dakar’. Así empezó todo, pero te juro que hasta ayer no lo tenía claro. Son tantos años que lo intentas, que nunca te lo crees hasta el final”.

En el lado derecho le acompañará Ricardo Torlaschi, “un argentino que está muy loco” pero al que le insistió hasta 12 días en que fuese su copiloto: “Nos conocimos hace como nueve años y siempre nos quedamos en contacto y demás. Y hace, pues, otros cinco, competimos en el Sonora Rally. Tenía claro que quería que viniese conmigo, pero él tenía otro piloto para el Dakar, ya cerrado, firmado, contratado y pagado”. Pero la insistencia funcionó. A pesar de que, como reconoce sonrojada, a la española no le sonaba el nombre de Courtois, el guardameta del Real Madrid será su jefe en un proyecto con el que se ha salido con la suya: tener a su hombre de confianza al lado y por supuesto, participar en el rally más duro del mundo.

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