¿Cuánto cuesta correr el Rally Dakar y cuáles son los requisitos para participar?
El Dakar tiene la particularidad de juntar a pilotos profesionales y amateurs, pero todos deben cumplir unos requisitos y hacer un desembolso notable.
Cualquiera sabe que el Rally Dakar es una prueba única dentro del mundo de la competición del motor. No solo por el reto que ponte ante los que se enfrentan a él en unos paisajes y un formato que exigen lo mejor de uno mismo y que te llevan al límite, también porque reúne en una misma carrera a pilotos profesionales y amateurs. Cualquiera que tenga el sueño de enfrentarse al desierto podría hacerlo realidad algún día, cualquiera que tenga dinero, claro, porque no es un sueño barato… ¿Qué hace falta para poder correrlo?
Antes de hablar de dinero, primero hay que cumplir las condiciones de admisión que demanda ASO (el organizador), FIA y FIM (las federaciones). Estas son las básicas: “Son admisibles por invitación, y son considerados como pilotos/copilotos, todas las personas, de cualquier nacionalidad, mayores de 18 años de edad, titulares de una licencia FIM o FIA internacional de Rally Cross Country. Cada persona inscrita en el Rally Dakar, categorías de carrera y asistencia, debe cumplir con las obligaciones administrativas exigidas en la inscripción”.
Pero además, para ser admisible al proceso de selección, se debe cumplir al menos una condición de las siguientes: haber participado y terminado al menos una de las carreras de una lista especificada por ASO en los dos años previos (por ejemplo, Marruecos, Desafío Ruta 40 o Abu Dhabi) o haber participado en una de las últimas cinco ediciones anteriores del Dakar. Luego, se tienen en cuenta el nivel de experiencia (cuantos más puntos se acumulen por pruebas, mejor), el nivel físico y el nivel del proyecto.
Si se cumplen esas condiciones, ya hay que estudiar el presupuesto. Según fuentes consultadas por EFE, los gastos del vehículo van de unos 35.000 euros que cuesta una moto para competir en la categoría Original (sin asistencia) hasta el millón de euros que ronda tener un coche de Ultimate, la clase principal. Dependiendo de la marca, son más o menos económicos. Por ejemplo, los Toyota a disposición de un piloto privado cuestan de base unos 850.000 euros a los que hay que sumar otros 100.000 para un kit de recambios obligatorio.
Todo eso sin contar el resto de gastos que van asociados a la carrera como las licencias, su preparación, los neumáticos, los mecánicos, la asistencia, los desplazamientos, las equipaciones, las averías, los instrumentos necesarios para competir... y las tarifas del rally. En su web, el Dakar informa de lo que cuestan las inscripciones de todas las categorías salvo la de coches, así que tomaremos la de las motos y sus 20.000 euros (aunque hay algunos descuentos para leyendas o rookies) como referencia. Sumando todo puede multiplicar fácilmente por dos el desembolso inicial.
Servicios incluidos en la inscripción
Además del dorsal para competir en el Dakar y hacer realidad un sueño, la inscripción incluye otros servicios necesarios durante el rally: de transporte (tanto de vehículos como de personas), de comunicación (fotos oficiales, información en vivo, roadbook digital, un perfil en la web...), administrativos (visado, seguros...), logísticos (asistencia médica, repostajes, comidas, equipo de seguridad...) y ofertas de patrocinadores. En definitiva, poder correr un Dakar requiere un proceso tan largo y exigente como la propia carrera. Y a muchos les merece la pena.