Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno salvan el Dakar de Dacia
La pareja española mantiene con vida al único coche que aspira a la victoria. Tras salvar en la 48 Horas a Loeb, ahora ha llegado el turno de Al Attiyah.
Sin ni siquiera saberlo, Dacia llegó al Dakar con un Ángel de la guarda. En realidad eran dos, pero una vez se montaban en el coche, Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno iban de la mano. Los recién llegados a la categoría reina como ganadores de Challenger formaban un triplete que para muchos era el dream team de esta edición, con Nasser Al Attiyah y Sebastien Loeb en las otras dos unidades que la marca rumana puso en carrera. Pero la realidad es que la pareja española ha sido la gran protagonista del equipo y también, una vida extra para esos dos pilotos que llegaban como favoritos a la victoria.
La primera demostración de ello llegó durante la primera parte de la 48 Horas, en la que Cristina tuvo que renunciar a la quinta posición del primer día y condenar sus opciones, para rezagarse y marchar por detrás de Nasser y Loeb. La intención del equipo era tener una ayuda efectiva en caso de que llegasen los problemas y cuando llegaron, la pareja española demostró que estaban ahí para solucionarlos. Pablo Moreno se vistió de “McGyver” y reparó el Sandrider del francés, para que conservase las opciones de una victoria a la que ahora ha renunciado por un error propio. Pero esa misma labor la repitió durante una cuarta etapa, en la que el afortunado de contar con los servicios del copiloto ha sido Al Attiyah.
El brazo de la suspensión trasera derecha del coche del qatarí se rompió antes de llegar al kilómetro 100 de la especial, y de nuevo estuvo ahí la tripulación española para salvar al único miembro de Dacia que continúa con vida en el Dakar. “Nos lo hemos encontrado parado porque necesitaba una de las piezas que llevábamos nosotros en el coche y han hecho todo el tiempo que llevaban de desventaja con nosotros”, contaba Cristina, sobre cómo se forjó un rescate para el que volvió a ser imprescindible la figura de Pablo, copiloto en esta época del año y mecánico de profesión: “Lo ha reparado lo más rápido que ha podido y han seguido sin problemas (un detalle relevante en una etapa maratón). A Pablo le conozco desde hace muchos años, y es mecánico, por eso creo que es la mejor opción que tenemos, y Dacia estará contenta de tenerle en el equipo, seguro”.
Además de las labores de mecánica que llevó a cabo Pablo sobre el terreno, por precaución la pareja española se deshizo de una de sus ruedas de repuesto: “También le hemos dado una rueda de repuesto para que pudieran seguir empujando sin preocupaciones, porque creo que habían pinchado una, hemos hecho lo que hemos podido”. El gesto también implicaba un gran valor en una jornada donde, por ejemplo, Nani Roma pinchó hasta en tres ocasiones. Y por lo tanto el riesgo de quedarse sin ruedas era real. Pero una vez más, lo más importante para Dacia fue tener a dos personas que nunca dudaron en darlo todo, a cambio de nada. Porque como recuerda Cristina, “Dacia sigue en la carrera y hay que luchar por ello”, pero sin su ayuda y la de su copiloto, probablemente, esta historia ya se habría terminado.