Un Dakar macabro: Sainz, Roma y Cristina se despiden
Día trágico para la representación española a causa de los problemas mecánicos. Se retiraron la burgalesa y Nani, mientras que Carlos llegó con el coche destrozado.
Las cosas nunca son lo que parecen. A simple vista, la estrategia a seguir durante la 48 Horas iba a ser lo más importante de estos primeros días de carrera. Sin embargo, el mayor desafío era sobrevivir a una etapa interminable que ha dejado sin regalo a la expedición española. Antes de empezar, el Ford de Carlos Sainz era el coche más castigado de cara a los últimos kilómetros que daban por finalizada la 48 Horas. Pero nada más lejos de la realidad. El madrileño sobrevivió sin cristal delantero y solo una rueda de repuesto a la segunda parte de la etapa junto a un Raptor que se desmembró por completo para salir a competir, exclusivamente con un chasis que en su interior resguardaba a la tripulación del #225.
Volvió a ser un día difícil para el piloto y Lucas Cruz, que en más de una ocasión tuvieron que parar (en los últimos kilómetros en torno a media hora) pero ya parece más que suficiente haber visto la meta con un coche accidentado, con más riesgo de quedarse por el camino que de sobrevivir. Porque en los poco más de 300 kilómetros que faltaban para acabar la especial, fueron muchos, demasiados, y en especial españoles, los que se quedaron por el camino.
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El primero en comenzar su Vía crucis fue un De Mevius que paró, al poco de empezar, en el kilómetro 695. Un problema mecánico detenía al belga durante más de hora y media por las reparaciones que necesitaba su Mini para poder continuar y aunque reanudó la marcha, sobre el papel sus opciones de luchar por el Touareg se quedaron por el camino. Como también le sucedió a Nani Roma. Séptimo en la general, a tan solo 14 minutos del líder, el piloto de Ford sabía que la amenaza estaba en casa a causa de un problema con el depósito de aceite que hizo saltar las alarmas en la primera etapa. Y continuó durante la etapa 2, hasta que en la segunda parte de la 48 Horas el motor de su Raptor dijo basta.
El español se paró en el kilómetro 766 por un problema mecánico, que todavía le tiene estancado en una zona de dunas. Ford mandó al camión de asistencia para encontrar una solución, pero le fue imposible llegar a la posición de Roma; pues está en una zona de difícil acceso y al equipo no le ha quedado más alternativa que mandar una pick up con remolque para que pueda salir de ahí. En caso de conseguirlo, en el vivac de Bisha le espera un motor nuevo para reemplazar el actual y que pueda reengancharse. Pero este Dakar se le pone cuesta arriba a Ford.
Cristina Gutiérrez también cae
Quien sí podrá continuar en carrera, pero no en competición, será una Cristina Gutiérrez que corrió peor suerte que el resto. La burgalesa, que tan solo un día antes le había salvado la carrera a Sebastien Loeb, tuvo que despedirse de todas sus opciones en el kilómetro 729. En ese punto su Dacia dijo basta y regresó acompañada por el camión de asistencia del equipo hasta el vivac de Bisha por carretera por un problema en la cremallera de la dirección. Aceptar la retirada era su única opción, aunque eso no le impedirá continuar en carrera y se reenganchará cuando el coche esté preparado para seguir sumando kilómetros. La prioridad del equipo es continuar describiendo debilidades en las trabajar para el futuro. Aunque el presete no es demasiado alentador.
Dos de los tres Sandrider ya han presentado algún contratiempo y ninguna marca se ha librado de problemas, pues el Toyota de Isidre Esteve también tuvo que detenerse en el kilómetro 713 por problemas mecánicos. Entre los favoritos, por el momento Nasser Al Attiyah sigue saliendo airoso de este desafío con una tercera posición, en una etapa que dominó Al Rajhi de principio a fin, hasta que una devolución de tiempo (por un problema en el repostaje) dio a Rokas Baciuska como ganador. El qatarí y Lategan (nuevo líder de la general) le complicaron las cosas; especialmente en esta segunda parte. Pero el piloto saudí resistió a una criba natural en la que Loeb vio meta a 15 minutos del ganador, tras superar los problemas de sobrecalentamiento que padeció en el día de ayer.
Por el camino, ese mismo tiempo se lo dejó Sainz buscando un waypoint que le complicó un día que a pesar de todo, difícilmente podría haber sido mejor dentro de las circunstancias. Los Ford de Ekstrom y Guthrie vieron meta dentro del top-10 y sin averías, mientras que el madrileño acumuló una hora y 28 minutos de pérdida que dentro de lo malo, no es lo peor. Queda carrera por delante.