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24 HORAS DE LE MANS

Albert Costa: “Soy un novato que ha ganado en Le Mans”

El español cumple un sueño al ganar las 24 Horas de Le Mans en LMP2 al primer intento: “Dije que quería ganar y mis amigos decían bah... es muy difícil”.

Albert Costa, en el podio de las 24 Horas de Le Mans.
INTER EUROPOL COMPETITION

Sueña en grande, trabajo duro y haz que pase. Desde este domingo, Albert Costa puede decir que lo ha conseguido. Uno de sus grandes sueños se acaba de hacer realidad. Uno de esos con los que se sueña de pequeño y, aunque parezca que puede estar al alcance de cualquiera, son muchas las horas de trabajo y de sufrimiento invertidas para lograrlo. Y muy pocos privilegiados pueden decir que lo alcanzan al primer intento. Por fortuna, el español ya sabe lo que es. “He trabajado muy duro para esto y mira... el primer año, al primer intento y hemos ganado”, sueña despierto porque, sí, desde este pasado 11 de junio es campeón de las 24 Horas de Le Mans en LMP2 y en la edición del centenario.

“¡Es una pasada! Ganar Le Mans. Cuando salí de Barcelona y dije que quería ganar, mis amigos me decían bah… es muy difícil. Pero lo hemos hecho. Estoy flipando”, comenta Albert, todavía sin creerse el éxito que, hace tan solo unos meses veía como imposible. Y es que, pese a saber lo que es subirse al podio en Spa, veía el de Le Mans como “demasiado grande para nosotros”. Pero no hay sueños imposibles: “No tengo palabras, desde pequeño seguía esta carrera y soñaba con estar corriéndola alguna vez”. “Soy el novato más veterano del campeonato, pero ahora soy un novato que ha ganado en Le Mans. No tengo palabras, es increíble”, reflexionaba el español.

Y, aunque Costa estaba convencido de sus claras opciones a la victoria desde su primer stint, la carrera fue complicada. De hecho, les pasó de todo: toques, un ride through, una radio rota y, por si era poco, Scherer se lesionó el pie izquierdo en un incidente con otro coche, teniendo que adaptar su estilo de pilotaje en el resto de la prueba. “Con el agua inicial tuve dos salidas (de pista), toque la valla dos veces por ‘aquaplanning’ y en la segunda tuve incluso que hacer marcha atrás en la grava y me tocó un Porsche. Pero no pasó nada, el coche estaba intacto”, revelaba en declaraciones recogida por SoyMotor, sobre los varios toques que tuvo durante la cita que, por fortuna, no tuvieron consecuencias mayores bajo el caos que provocó la lluvia.

Nada pudo con sus sensaciones, porque sentía que esta vez la suerte sí estaba de su lado: “Cuando me bajé del primer relevo le dije a mi hermano: ‘Ganamos, esta vez ganamos’. Tenemos la suerte de los campeones. Me acordé de lo que me dijo Dani Juncadella después de que él ganara las últimas 24 Horas de Spa: ‘Para ganar, hace falta tener la suerte de los campeones’. Nosotros la hemos tenido, hemos tenido dos toques y hemos sobrevivido”. De hecho, desde la séptima hora de la competición, el prototipo #34 del Inter Europol cogió la delantera para no soltarla más, “manteniendo el margen” con sus rivales, que ya no tuvieron opción. “Estaba muy apretado, muy ajustado, pero todo conseguíamos mantenernos delante. El coche ha ido perfecto todo el tiempo y el equipo no ha fallado en las paradas o en la táctica. Ha sido un gran trabajo”, añade.

Un sueño aún mayor

Pero más duro fue todo lo que pasaba fuera de pista. Mantener la compostura a última hora se hace difícil y, mentalmente puede ser duro. De hecho, el español admitía que es mejor estar dentro del monoplaza que ver cómo sucede todo desde dentro del garaje. Y es que controlar los nervios es cada vez más complicado, en especial si te juega la gloria. “Lo ves tan cerca y a la vez lejos. Confías en tu compañero, pero quisieras estar tú al volante. Intenté aislarme hasta el punto que apague el móvil, no quería que nada me distrajera”, explica. Y, con un sueño ya hecho realidad... hay apuntar más alto: “¿Hypercar? Bueno, a ver si hay algún equipo que nos llama. Yo lo estoy deseando, claro”. Solo queda volver a creer.