Al Attiyah empieza la revancha frente a Sainz
El qatarí dejó escapar la victoria en favor de Lategan por 20 segundos, pero fue el mejor de los favoritos en una prólogo donde Carlos no arriesgó.
Nunca le ha importado dar su opinión ni tampoco, corroborar sus palabras con acciones. La sonrisa de Nasser Al Attiyah durante la jornada previa al inicio del Dakar demostraba seguridad y la posibilidad de tenerlo todo controlado. El qatarí se autoproclamaba el gran favorito de esta edición y aunque para empezar, se le escapó la victoria por 20 segundos, su verdadera lucha estaba por detrás y por lo tanto, mantenía ese estatus de referente que él mismo se creyó incluso antes de empezar. Porque el piloto de Dacia lideró la expedición del Sandrider, pero también comenzó una revancha personal frente a Carlos Sainz, que acabó más allá de la 20ª posición en una prólogo conservadora para el español donde triunfó Toyota.
El coche del que todos hablan como el más fiable de este Dakar, también fue el más rápido gracias a Lategan. El sudafricano irrumpió en cabeza por delante de un Mattias Ekstrom que también dejó en buen lugar a Ford para empezar, con Al Attiyah completando un podio que tan solo servirá para definir las posiciones de salida. El valor de los tiempos en esta especial de 29 kilómetros más larga de lo habitual no se acumularán en la general. El efecto puede llegar a nivel psicológico y ahí es de donde sale reforzado un Nasser que se dejó parte del coche por el camino, en un valle de arena y algún que otro árbol seco, que recordaba mucho al terreno en el que realizaron el shakedown y terminaron de afinar las máquinas en las dos jornadas previas al inicio de la carrera.
La etapa fue “rápida, dura y con bastante navegación”, como destacó Al Attiyah en su llegada a meta. Pero “no tenía secretos”. De hecho, Carlos habló de una prólogo “sin sorpresas” que “fue bien” a pesar de que decidió optar por la prudencia y eso le llevó a ceder 1:14 con respecto a la primera posición. Pero el tiempo ahora es lo de menos. Lo importante es la estrategia y que las cosas funcionen; de ahí que la posición de Ekstrom, añadida a la novena plaza de un Nani Roma que llegaba sin retrovisor derecho, sean tintes positivos en términos de velocidad. Al menos en ese sentido las cosas pueden ir bien para la marca del óvalo; aunque hablar de que todo salga bien, cuando el verdadero Dakar no comenzará hasta mañana, es demasiado atrevido.
Los 413 kilómetros de especial que abrirán la carrera de forma de finitiva, también serán los que comiencen a poner a prueba las mecánicas de todos los recién llegados. Pero al menos, en la primera toma de contacto se han desenvuelto con nota. Loeb situó su Sandrider en la séptima posición, con Cristina Gutiérrez (16º) cerca de un top-10 en el que todas las marcas tuvieron algún tipo de representación. A la victoria de Toyota le siguió la segunda plaza de Ford y el tercero de Dacia, mientras que el mejor Mini hizo acto de presencia en la quinta posición. Todos estuvieron juntos, pero no revueltos, aunque sí llamó la atención un debutante. Rokas Baciuska, junto a Oriol Mena, fue cuarto. Pero tampoco hay que olvidar otra de las advertencias de Nasser en el día de ayer; la edad no es solo un número en el Dakar.