Al Attiyah da otra oportunidad... ante la ausencia del líder Sainz
El qatarí estará en la segunda ronda del Mundial con el Hunter. Se estrena con Boulanger de copiloto y tratará de defender una corona, que busca dueño en motos.
Hace apenas un mes que el Dakar celebraba la victoria de Carlos Sainz y aunque ese triunfo le dio al madrileño el liderato de la general en el Mundial (donde manda con 76 puntos), su nombre será uno de los grandes ausentes en la segunda ronda de la temporada. A pesar de que Audi no dio por descartada su presencia en alguna prueba del certamen, el Abu Dhabi Desert Challenge (del 26 de febrero al 2 de marzo) no tendrá al prototipo ganador del rally más duro del mundo y eso hace que, de nuevo, todas las miradas se centren en un Al Attiyah que de una manera u otra siempre consigue estar en el foco mediático; durante el mítico raid, por su marcha anticipada tras varios problemas de fiabilidad con el Hunter, posteriormente por romper con su copiloto de la última década y a últimos de mes, por su ausencia en la presentación del proyecto de Dacia que le llevará al desierto de Arabia en la próxima edición de la prueba.
Entonces, el compromiso entre Nasser y Prodrive se puso en duda, pero su regreso a la escena es una segunda oportunidad al proyecto con la que espera volver a lo más alto. Aunque de momento el objetivo es recuperar terreno en una general, donde buscará la victoria con un nuevo tripulante. Boulanger, copiloto de Peterhansel hasta el último Dakar, será el nuevo compañero de un Al Attiyah que llega con 18 puntos y varios rivales en la lucha por la victoria.
Toyota llega con Moraes y Monleón, un Al Rajhi (que junto al qatarí fueron quienes se repartieron todas las victorias de 2023 en el Mundial) que también hará acto de presencia en su cita de casa, y De Mevius, es el otro invitado a la fiesta que deberán tener en cuenta después de su segundo puesto en el Dakar. Porque el belga, con 58 puntos, es el mejor posicionado en una general que quieren asaltar los pilotos de Oriente Medio después de cinco etapas donde la 33ª edición de la carrera regresa a sus orígenes.
La base de operaciones estará asentada en el propio Abu Dhabi, aunque el recorrido transcurrirá por el desierto sur. Serán un total de 1.902 kilómetros (1.179 de lucha contra el crono) y esta edición, promete ser más exigente por un terreno variado donde, entre otras cosas, se enfrentarán a la duna más alta del mundo (con casi 300 metros de altura con una inclinación de 50º).
Hay opciones españolas
Este es uno de los grandes desafíos de una carrera que estará muy cerca de la frontera con Arabia y por lo tanto presentará terrenos similares a los del Dakar, al mismo tiempo que también conservará la esencia de la navegación: habrá menos waypoints y tanto los pilotos de motos, como los copilotos, deberán pensar mejor sus decisiones. ¿Qué quiere decir eso? Que la cita de Abu Dhabi, donde Cristina Gutiérrez estará como flamante ganadora de una categoría Challenger donde también aparece inscrita Laia Sanz (ambas para no perder rodaje), será una prueba de fuego para la nueva pareja Al Attiyah-Boulanger.
KTM deja huérfana la corona
Al igual que el recorrido, la filosofía del roadbook será un regreso a las raíces de una disciplina que pierde a sus marcas más laureadas. Luciano Benavides no tendrá la oportunidad de defender su corona después de que el grupo KTM (junto a Husqvarna y GasGas) tomase la decisión de renunciar al Mundial que sus pilotos han ganado de manera ininterrumpida en la última década por su disconformidad con la fórmula que tomará el campeonato. Y tampoco aparece en una lista descafeinada de inscritos con tan solo cuatro participantes de RallyGP, ninguna de las seis Honda oficiales.
Las esperanzas están centradas en Ross Branch (segundo en la general con 30 puntos por los 38 del líder), el único piloto que hizo frente a Brabec, ganador del Dakar, y Hero también con Buhler en la carrera, se enfrenta a una oportunidad única para conquistar la carrera... y el certamen.