Agua o leche
La lluvia amenaza la 108ª edición de las 500 Millas de Indianápolis. Los Penske monopolizan la primera línea y Álex Palou busca remontar desde el 14º.
La 108ª edición de las 500 Millas de Indianápolis tiene programado su inicio para las 18:45 horas (Movistar Deportes 2 y Vamos), horario peninsular español. Y será así si la lluvia sobre el Indianápolis Motor Speedway lo permite, porque los partes meteorológicos dictan un 73% de agua por la mañana en Indiana, porcentaje que asciende al 77% en la tarde noche. Y con agua, los monoplazas de la serie norteamericana no corren, por razones de seguridad, en su configuración de superspeedway para los óvalos.
Con este panorama, tanto el inicio como el final del ‘mayor espectáculo de las carreras’, está en el aire. Si a la hora prevista de la carrera hay agua sobre el óvalo, se retrasará la bandera verde hasta que el circuito esté seco. Si durante la carrera es cuando empieza a llover, ondeará la bandera roja y no se reiniciará hasta que las condiciones sean óptimas. Y así se puede llegar al lunes (con un 45% de probabilidad de agua), al martes… También hay que tener en consideración, en caso de que se ponga a llover durante la carrera, la distancia recorrida. Si se han completado 101 vueltas, es decir, más del 50% de la prueba, las 500 Millas de Indianápolis se pueden dar por concluidas.
En plano deportivo, tres Penske en la primera fila: McLaughlin escoltado por Newgarden y Power, lo que abre una ventana estratégica para los coches que han mostrado su dominio, sobre todo en velocidad punta. Pero no todo es eso en el óvalo, porque hay tráfico, rebufos, estrategias en boxes…Y en todo ello se debe apoyar Álex Palou para remontar desde la 14ª plaza. “Obviamente, hay una gran diferencia con respecto al año pasado”, explica el bicampeón español. En Ganassi saben que han perdido velocidad respecto al año pasado, en el que el barcelonés partió de la pole. Pero no solo se han perdido millas en la punta, también en el ritmo: “En el ajuste de carrera, no es tan diferente. Perdimos algo de velocidad”.
Sea como fuese, el óvalo siempre da oportunidades en una carrera extremadamente larga, y las remontadas son factibles. “Tengo 200 vueltas para adelantar a 13 coches”, explicaba días atrás Palou, que insiste en ese discurso: “El año pasado estábamos muy cómodos en carrera y yo diría que fue bastante fácil adelantar. Caímos al puesto 28 o algo así en la vuelta 100 (tras el toque de VeeKay en el pit lane) y luego pudimos hacer adelantamientos y terminar entre los 5 primeros. Creo que este año todavía podemos pasar, pero no es tan fácil. Necesito trabajar mucho más. Necesito esperar mucho más. Eso no significa que estemos completamente equivocados, y especialmente en esta carrera. Pero sí, tenemos trabajo que hacer”.
Rivales. El dicho en Indianápolis asegura que son las 500 Millas quien eligen a su ganador. Así que hablar de favoritos aquí, con tantas variables, resulta menos determinante que en otras carreras. Lo son todos, y ninguno. La carrera dicta y sobrevivir a ella es motivo suficiente para optar a los laureles. Pero por concretar, en principio los favoritos son los Penske, seguidos de cerca por los McLaren. Y también lo serán todos aquellos pilotos que toman la salida y que saben lo que es beber tras cruzar el brick yard, ocho en total: Josef Newgarden (defensor del título), Scott Dixon, Will Power, Marcus Ericsson, Alexander Rossi, Ryan Hunter Ray, Takuma Sato y Helio Castroneves, quien tiene 4 triunfos y que de lograr la victoria haría historia al ser el único con cinco Borg Warner. Justo eso busca Álex Palou, hacer historia. La que estuvo cerca de hacer en 2021 hasta que un tal Castroneves le apartó de la botella de leche. Y este domingo habrá una nueva oportunidad para él. Y para todos. Si la lluvia lo permite. Habrá agua o leche.