Adiós a una racha histórica: Laia Sanz abandona el Dakar
La española se retira tras 14 ediciones consecutivas, a causa de un accidente en la primera etapa. La deformación en las barras antivuelco del coche les impide continuar.
El adiós que más duele es aquel que dices cuando no te quieres ir; y a Laia Sanz le tocó pronunciarlo por primera vez, después de 14 ediciones finalizando de manera consecutiva el Dakar (11 en moto y tres en coche). Nunca antes, ningún piloto español, había conseguido sobrevivir al desierto en tantas ocasiones seguidas, pero esta carrera es tan cruel que todo lo que te da, es capaz de quitártelo de golpe. De esa manera ha llegado el final de una racha histórica para la española, después de sufrir un accidente a 70 kilómetros de llegar a la meta en la primera etapa de la edición de 2025. Con la cabeza agachada y un “no” tan escueto como hiriente, Gabi Mosiet, team manager del equipo, se acercó a última hora del día en el vivac de Bisha a un coche destrozado en el que ya no figuraba su piloto, el cual no podrá continuar por dos milímetros de deformación en la barra antivuelco, situada en la cabeza de la catalana.
Hasta llegar a ese momento, se vivieron momentos de tensión alrededor de un Century destrozado, en proceso de reconstrucción, al que la FIA le prohibió continunar. Un comisario de la Federación hizo acto de presencia en la carpa del equipo para comprobar el estado del vehículo y tras una deliberación que prometía una respuesta 15 minutos más tarde, llegó la peor de las noticias. El accidente que protagonizó Laia en el kilómetro 330 de la especial y que volvió a vestir su historia de épica, puso punto y final a un año decisivo donde la española solo tenía un objetivo: volver a demostrar, por si no hubiera sido suficiente, que lo tiene todo para triunfar en el Dakar. Pero el infortunio volvió a cruzarse en su camino.
La organización informó a las 12:45 de la mañana sobre el accidente y las dimensiones del impacto (volcaron tras un golpe con una piedra) obligaron a avanzar en primer lugar que tanto Laia como su copiloto, Maurizio Gerini, estaban fuera de peligro. Lo corroboraron ellos mismos con una rápida reacción, donde el primer instito fue reparar lo antes posible el Century sin el apoyo de laa asistenciaa. Pero tuvieron que esperar hasta su llegada para poder continuar, a sabiendas que el tiempo jugaba en su contra. El límite del que disponían era de 11 horas desde el momento de su salida y antes de llegar al vivac, tenía que pasar por la última puerta intermedia, situada en el kilómetro 364,9, como máximo 9 horas y 50 minutos después de su hora de partida. Se salvó por dos minutos, validó el último waypoint de milagro y llegó sin puerta ni luna a la carpa del equipo por sus propios medios, pronunciando un perdón.
Verla en el campamento a tiempo fue motivo de alegría para el equipo, pero lo más difícil llegó a partir de ese momento. Alrededor del Century, Laia ya era consciente de que el reglamento no daba margen: no se puede cambiar ni reparar el chasis de un coche en carrera. Y sabía que su continuidad dependía de esa barra que ha acabado con el sueño de un plumazo. La FIA tenía la decisión en sus manos y a partir de ese momento, la única aspiración de la española pasaba por “intentar terminar el Dakar, y poder seguir en carrera”. Pero en esta ocasión no corrió la misma suerte que en su 12+1 participación y tuvo que decir adiós.
Desde el principio fue una etapa de contratiempos para Laia. “En el kilómetro 20 nos hemos quedado sin tercera, luego sin navegación y sin los instrumentos (un problema que se ha repetido en varios coches)”. Tras pasar el último punto de control previo a la llegada a meta, la española apenas había cedido 12 minutos con la primera posición, que acabó siendo para Seth Quintero en un día donde nadie quería la victoria y Sainz (8º) fue el más adelantado de los favoritos. Y a 70 kilómetros del final, llegó el desastre: “Íbamos en el polvo, hemos pillado una piedra y hemos volcado”. Ahí se acabó todo.