Verstappen vuelve a su sitio y Sainz y Alonso empiezan fuerte
Pole del campeón por delante de Leclerc y Russell. El madrileño, cuarto con el Ferrari. Fernando, sexto. Máxima igualdad delante.
Verstappen sigue donde lo dejó. No importaron las apreturas finales y la exigencia de los rivales, que los hubo; el campeón arrancó la temporada con una pole contundente sobre Leclerc (2º, 0.228) y Russell (3º, 0.306) que le acerca irremediablemente al primer triunfo del curso, porque las bondades del Red Bull RB20 se manifiestan sobre todo en las tandas largas, en carrera. Si tendrá rivales también este sábado, eso ya es una incógnita. La F1 sí puede presumir de haber encontrado cierta igualdad entre monoplazas, en la Q3 hubo ocho coches en medio segundo. El único problema, no menor, es que siempre termina imponiéndose el mismo. Será el mejor.
Sainz partirá desde la segunda fila, cuarto. El madrileño se había destacado como el más rápido al inicio y completaba un fin de semana bastante sólido, casi siempre por delante de Leclerc. No fue así en la clasificación, se quedó a una décima del monegasco, aunque las sensaciones generales con ese nuevo Ferrari son buenas. Quizás este SF-24 no haga como su antecesor, no compita en las carreras hacia atrás, así que el podio es un objetivo de mínimos para Carlos.
Alonso fue a por la machada. Solo tenía un juego de blandas nuevas así que hizo el intento a la mitad de la Q3, sin estorbos en la pista. Fue rápido, hizo el récord del segundo sector y rascó una tercera posición temporal que, con las mejoras de los demás en su segundo intento, el hizo caer hasta la sexta posición. No es mal punto de partida, está delante de los McLaren y Hamilton. Antes había rondado el top-5 en todas las sesiones. Se ha convertido en normal que en las primeras carreras de la temporada, cuando los pilotos y sus equipos aún no conocen del todo las mecánicas, el asturiano extrae el máximo del monoplaza ya desde las primeras vueltas.
De Hulkenberg al descenso a los infiernos de Alpine
En el corte intermedio brilló Hulkenberg (10º final) con un Haas sensiblemente inferior. El alemán sigue siendo uno de los mejores clasificadores de esta parrilla. Por lo demás, no hubo sorpresas. Los Racing Bulls y algún superviviente de la primera sesión cayeron por su propio peso junto a Stroll (a cuatro décimas de Fernando, ese lastre irrecuperable). Las diferencias fueron pequeñas, apenas un puñado de décimas separan el top-5 de la zona de eliminación. Pero al final tienden a estar delante los que tienen que estar.
Antes, en la Q1, Alpine había consumado su descenso a los infiernos. Ocon fue penúltimo y Gasly, último. Demasiados cambios en el monoplaza que no ha dado tiempo a digerir antes de la primera carrera, y demasiada sensación de interinidad en cambio en una escudería que hace no tanto funcionaba mediante autogestión. Están detrás de Sauber y de Williams. Detrás de todos. Es, de hecho, el único gran cambio significativo en la parrilla de la nueva temporada, que se parece mucho a la vieja temporada. El GP de Bahréin repartirá este sábado los puntos que se merecen cada una de las escuderías. Pondrá a cada uno en su sitio. Porque en este deporte, una vez termina el invierno, las previsiones, el mercadeo y las proclamas baratas, el asfalto y el cronómetro ponen a cada uno en su sitio. Esto es lo que cuenta.