Verstappen se mofa en otro de esos días de Ferrari
Bravuconadas aparte, Ferrari no ganará las próximas nueve carreras y tampoco el Mundial. Si alguien vuelve a insistir en esa idea, la carcajada que se resuene de fondo proviene del casco de Verstappen, que este domingo firmó otro de esos días que le convertirán en leyenda de la Fórmula 1 en el GP de Hungría, al remontar del 10º al 1º en un circuito donde antes no se podía adelantar, mientras el equipo de Maranello protagonizó otra de esas tardes tragicómicas con paradas en boxes de casi cinco segundos, estrategias cuestionables, ritmo decreciente y nula amplitud de miras. Mad Max venció en Hungaroring flanqueado por los dos Mercedes en el podio, Hamilton delante de Russell. Solo Ferrari podía borrarse del mapa cuando salían segundo, Sainz, y tercero, Leclerc por detrás de George. Pero Carlos acabó cuarto, y gracias, y Charles cortó la sangría en la sexta plaza. El neerlandés se va de vacaciones con una ventaja sobre el monegasco de 80 puntos, así que hay Mundial, claro que sí.
Estrategia desde la salida
Russell salió desde la pole con blandos; Sainz y Leclerc optaron por los medios. El madrileño arrancó agresivo, lo intentó por el exterior pero la defensa del inglés fue sólida. De ahí, a esperar a que la ventaja de gomas surtiera efecto. Dejaron correr al Mercedes porque sus neumáticos se degradarían antes. Presionaban los dos F1-75. Paró Russell en la vuelta 17 y Ferrari mandó parar a Carlos a la siguiente en busca del ‘overcut’. Como el cambio de neumáticos del madrileño duró casi cuatro segundos, evidentemente salió por detrás. Un buen ‘pit-stop’ habría funcionado. Pero no había problema: Leclerc se había quedado fuera con la mejor estrategia, exprimiendo unas ruedas en buen estado para adelantar a Sainz por la calle de boxes y tener una oportunidad frente al Mercedes. El ‘overcut’ interno entre los coches rojos salió a la perfección. Ese sí.
Leclerc adelantó a Russell en el ecuador de la carrera después de un par de intentos serios. Todos contentos en Ferrari, pero la alegría duró poco: la ceguera de perseguir a un Mercedes y no perjudicar a un monegasco les ocultó que Verstappen volaba en medio del pelotón y era una amenaza real en la lucha por el triunfo. Los dos Red Bull habían salido con blandos, recortando ya desde la arrancada, y marchaban con la estrategia ideal hacia la cabeza de carrera. El muro no se enteró hasta que Max, que perseguía a Russell y Sainz, adelantó su parada para comerse a ambos por estrategia. Entonces pararon a Leclerc, pero le pusieron el neumático duro, el peor este domingo (Alpine daba buena de fe ello). Verstappen olía la sangre.
A falta de una, dos
Pasó lo que tenía que pasar: el campeón alcanzó a Leclerc y le arrancó las pegatinas entre las curvas uno y dos. Luego, un alto en el camino. Un trallazo del Red Bull mandó a Max al césped, volvió con un trompo de 360 grados, perdió la plaza con Charles. Pero fue un trámite, porque volvió a alcanzarle y volvió a adelantarle con suma facilidad en la recta. La diferencia de ritmo era aplastante. Leclerc apenas se pudo defender. Recordó a aquel bajón de rendimiento de Verstappen en Austria, con la diferencia de que aquel día el Red Bull acabó segundo. Y es que el drama de Ferrari continuó. Sainz retrasó al máximo su parada para evitar el duro y acabar con blandos, con la idea de remontar y presionar al final, aspiraba al tercer puesto o incluso segundo. Pero Hamilton, brillante (adelantó a ambos Alpine en la salida), copió la estrategia con un ritmo muy superior al del Ferrari y adelantó muy fácil, primero a Carlos y luego a Russell. Ganó Verstappen, seguido del heptacampeón y el ‘poleman’. Tras el madrileño y Pérez, un Leclerc desahuciado con tres paradas. Nunca se vio tan lejos al aspirante del campeón.
Tener amigos para esto
La carrera de Alonso acabó con un digno octavo puesto, porque delante todos los coches estaban en otra liga, salvó Norris. Su mayor rival este domingo fue Ocon, con maniobras que pueden desterrar por fin de la F1 el postureo del compañerismo dentro del garaje. En la salida, el francés encajonó a Fernando, así Sir Lewis les pasó con facilidad. Después, cuando Esteban salía del garaje, con tal de mantener la posición sobre el español consiguió que Ricciardo adelantase a ambos. En el último tercio de la carrera, Alonso adelantó al otro Alpine y puso tierra de por medio con bastante más ritmo. Pero el ritmo del A522 era muy pobre con la goma dura y la estrategia a una parada solo funcionaba para dominar la zona media. Ocon fue noveno.
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Ferrari
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3
Mercedes
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4
Alpine
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5
McLaren
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6
Alfa Romeo Racing
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7
Haas F1 Team
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8
AlphaTauri
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9
Aston Martin
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10
Williams
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