Una demostración de poderío
Mercedes, Red Bull, Ferrari, Alpine, Williams... evoluciones de peso en el GP de Gran Bretaña. Los Libres 1, inútiles por culpa de la lluvia en Silverstone.
Quien más quien menos, pero casi todos traen evoluciones importantes al GP de Gran Bretaña, así que la lluvia que bañó el asfalto de Silverstone antes de los primeros entrenamientos libres fue un problema gordo. Para testar la capacidad de las mejoras en comparación con las piezas antiguas, de nada sirven las condiciones extraordinarias que propicia la lluvia. Además, el riesgo de accidentarse y romper el único alerón disponible es demasiado elevado. Por esa razón, los cerca de 100.000 aficionados que madrugaron para ver los Fórmula 1 en el circuito inglés se quedaron fríos, y mojados, después de esta práctica: apenas rodó nadie, la mitad de los pilotos no completaron una vuelta entera y los datos recogidos por las escuderías resultaron inservibles.
Más allá de la climatología, el viernes confirma las ambiciones de Mercedes con un ambicioso paquete que incluye suelo, alerón trasero, novedades en los pontones y otra suspensión delantera. Red Bull modifica la tapa del motor y afila algunos ángulos del fondo plano, mientras Ferrari ha alterado igualmente la carrocería de la tapa del motor en busca de prestaciones y refrigeración. En la zona media, McLaren se presenta con otro alerón trasero y parece poco frente al despliegue del Alpine de Alonso y Ocon (suelo, tapa de motor y suspensión delantera; toques del Ferrari) o Aston Martin (cambios en pontones y suelo). Da miedo Williams con una modificación integral del concepto, cada vez más Red Bull y menos Mercedes, aunque solo Albon contará con las novedades.
En cualquier caso, los Libres 1 no sirvieron para mucho. Bottas fue el más rápido por delante de Hamilton, ambos con los neumáticos lisos cuando el asfalto lo permitió. Sainz y Leclerc fueron tercero y cuarto, respectivamente, pero los tiempos de los Ferrari llegaron con la pista encharcada y las gomas intermedias. Se animaban los últimos minutos de sesión cuando Stroll aparcó el Aston Martin en la grava, atrapado. Salió la bandera roja y se confirmaron los peores presagios: una hora perdida en Silverstone. Se acumula el trabajo para la segunda sesión.