Un interrogante sobre Ferrari
Solo las bajas temperaturas pueden contener al SF-24 en Las Vegas. “El título de constructores sería el final perfecto”, dice Carlos Sainz.
Carlos Sainz no guarda buenos recuerdos del primer GP de Las Vegas de la era moderna: una alcantarilla destrozó su Ferrari en la primera sesión de entrenamientos y le obligó a salir con penalización por cambiar, obligado, la batería (entre otras piezas). Además su coche arrastró defectos también en el siguiente fin de semana, Abu Dhabi, que impidieron puntuar al español y le lastraron en la clasificación final del Mundial (era cuarto y acabó séptimo). En 2024, ya será un buen comienzo que el SF-24 termine los Libres 1 de una pieza: “Es mi primer deseo, después del año pasado espero que vaya todo bien por la seguridad de los pilotos. Es una pista diferente en comparación con lo que estamos acostumbrados con muchos desafíos por delante”.
Ferrari se ve fuerte en el circuito del Strip, plagado de rectas y curvas lentas que pueden potenciar las bondades del coche de Maranello. Pero hay un interrogante: las bajas temperaturas (la pista estaba a 13 grados y el aire, a 10ºC, solo 48 horas antes de la clasificación). Porque el SF-23 se destacó a la hora de calentar los neumáticos, pero el monoplaza de esta temporada brilla más bien por la gestión de las gomas en carrera. Y la sábana no puede tapar todo el cuerpo si se extiende: los coches que calientan bien las ruedas tienden a destrozarlas en las tandas largas, y los coches que sufren para llevarlas a la ventana óptima suelen cuidarlas mejor. “Este año hemos sido rápidos en este tipo de circuitos, aunque en clasificación no hemos sido fuertes a la hora de ‘encender’ los neumáticos, o después de los ‘pit-stop’. La temperatura de los neumáticos es el mayor desafío, somos conscientes de nuestras debilidades y estamos alerta”, advierte Sainz.
El objetivo es inmenso: Ferrari puede ganar su primer título de constructores desde 2008, están a solo 36 puntos de McLaren. “Al cien por cien pienso que podemos hacerlo, estamos en la pelea aunque McLaren tiene una ventaja con la que jugar y sus dos pilotos son fuertes. Será muy difícil batirles pero el desafío me ilusiona, porque si terminamos la temporada con un campeonato sería una gran manera de poner fin a este ciclo con Ferrari. Estaría extremadamente orgulloso, sería el final perfecto. Así que estoy ilusionado como todos en el equipo”, opina Carlos, ambicioso.
Le quedan tres carreras como piloto de Maranello y no quiere hacer balances ni hablar de legados: “Es una pregunta para la gente del equipo, cuando se habla de uno mismo puede sonar arrogante. Dejo buenos amigos, he disfrutado cada vez que he trabajado con ellos. He dado mi cien por cien, me he comprometido y he puesto todo mi esfuerzo y mi trabajo duro para llevar este equipo a donde debe estar. Por eso ganar el campeonato de constructores sería una manera fantástica de terminar”.