Un final difícil de explicar
El coche de seguridad se demoró en exceso y en seis vueltas no dio tiempo a relanzar la carrera. “Abuchean a la FIA, no a Verstappen”, dijo Binotto.
Nadie quiere ver un final de carrera tras el coche de seguridad: ni el que gana, ni el que deja de ganar, ni el árbitro, ni la propia Fórmula 1 como espectáculo. Tampoco los 125.000 aficionados que asistieron a Monza este domingo y abuchearon desde la grada el desenlace del GP de Italia: Verstappen cruzó segundo bajo la bandera a cuadros, primero fue el ‘safety car’, y celebró una victoria cómoda por delante de Leclerc y Russell, con Sainz cuarto. El problema no está en el hecho sino en el procedimiento: Ricciardo aparcó su McLaren averiado en ‘Lesmo I’, vuelta 47 de 53. No era un rescate complejo, ni mucho menos, pero en seis vueltas no dio tiempo a recuperar el monoplaza y relanzar la carrera, que era lo que previeron los equipos inicialmente.
Al parecer, hubo dos problemas. Primero, según un portavoz de la FIA, los comisarios de pista no pudieron empujar el McLaren porque la transmisión no estaba en punto muerto, así que debieron esperar a la maquinaria. Segundo, el coche de seguridad escogió a Russell para encabezar el pelotón, en lugar de dejar pasar a toda la caravana hasta llegar a Verstappen. Así que tenían que desdoblarse todos los coches a partir del tercero y recuperar esa vuelta perdida; para que luego se desdoblaran los verdaderos doblados. El asunto habrá salido este lunes en una reunión que mantenía la FIA con comisarios y directores de carrera. En cualquier caso, no es la primera incidencia, tardanza o crítica desde que son directores de carrera Niels Wittich (titular en Monza) y Eduardo Freitas en lugar de Michael Masi.
Binotto entiende que los abucheos de la grada no fueron a Verstappen: “Abuchear a un piloto nunca es bueno, sobre todo si ha sido el más rápido en la pista y merece la victoria. El abucheo de nuestros aficionados creo que era más hacia la FIA, al abuchear al primero te refieres a la FIA. Los tifosi creen que el coche de seguridad pudo acabarse antes, por el espectáculo, para que hubiera batallas en la pista”. Horner, jefe de Red Bull, no quería un final así: “Se situó delante del coche equivocado y llevó demasiado tiempo. Había tiempo para retomar la carrera”. Wolff, coherente con sus quejas pasadas, celebra que “se apliquen las normas, si hay un coche en la pista y hay comisarios, y no da tiempo, no podemos quejarnos por que se hayan aplicado las reglas”. Escuece la premura en Abu Dhabi 2021 para terminar la temporada en la pista, y no tras el ‘safety’. “Si alguien quiere cambiar las normas para que haya una resalida de dos vueltas, alboroto y espectáculo, de acuerdo. Pero para eso hay que cambiar las reglas”, zanja Toto.
Otras voces técnicas, como Alan Permane (Alpine), ahondan en esa idea: “Parece que el coche de seguridad escogió el coche incorrecto, George (Russell), pero eso es muy fácil de resolver. Quedaban seis o siete vueltas, son un par de vueltas para neutralizar, una o dos para desdoblar y luego quedarían dos o tres vueltas de carrera que habrían sido muy divertidas”. Entre los comentarios del paddock se escuchan propuestas en pro del espectáculo, como incluir un artículo en el reglamento que decrete la bandera roja si hay un coche de seguridad en las últimas vueltas. Pero otros advierten de que basta con aplicar bien las normas vigentes y ejecutar los protocolos sin demoras. Entre otras cosas, para que dos finales opuestos, Abu Dhabi 2021 e Italia 2022, no resulten igualmente polémicos.