Última bala de Sainz, último mal trago de Alonso
Williams apunta alto este fin de semana en Las Vegas si falla algún grande, pero Aston Martin se prepara para sufrir en un circuito muy poco favorable.
McLaren mira con recelo al GP de Las Vegas porque es el circuito más específico de las últimas tres carreras de la temporada. Una pista urbana de alta eficiencia aerodinámica, con muchas rectas, que además se celebra en horario nocturno durante el otoño del hemisferio norte, así que las temperaturas del asfalto y el ambiente serán las más bajas de 2025. Verstappen vuelve a ser favorito, como en Monza o en Bakú, aunque nadie olvida que Russell ya ganó en 2024 y los Mercedes han sido razonablemente fuertes en condiciones de frío. El año pasado, Norris fue sexto y Piastri, séptimo. Y eso que unas semanas más tarde ganarían el título de constructores.
Para las aspiraciones de los españoles hay blanco y negro, como casi siempre en esta temporada. El Williams de Carlos Sainz apunta muy arriba, hasta el punto de que si alguno de los grandes pincha, el Top-5 no suena inverosímil. Así logró el tercer puesto en Azerbaiyán, aprovechando los accidentes de McLaren en clasificación y una gran posición de parrilla. El FW47 se ha manifestado como la referencia de la zona media en pistas de baja carga y alta eficiencia, hasta el punto de meter la rueda a Ferrari o Mercedes en algún gran premio. En aire limpio ese coche derrocha buen ritmo. Sufrirán más en las curvas de largo radio de Qatar.
A Carlos no le iría mal un buen resultado para cerrar el 2025. Aunque el podio de Bakú justificara por sí solo la temporada, la última racha de resultados ha sido discreta por la sanción de Austin, que repercutía en México, y un flojo GP de Brasil por parte de Williams. El equipo de Oxford tiene casi sentenciada la quinta plaza del Mundial de constructores (111 puntos) con 29 puntos sobre Racing Bulls (82). Ya es su mejor resultado coral desde 2016, y con eso les bastará. Sainz marcha 13º del campeonato con 38 puntos, solo dos por detrás de Bearman (11º) y Alonso (12º). El noveno puesto de Hulkenberg (43 puntos) aún está a tiro para ambos. El octavo de Albon (73) es inalcanzable.
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El Aston Martin, sin embargo, apunta a la zona más retrasada de la parrilla. No es casual que desde el verano se haya marchado sin puntos de Spa-Francorchamps, Monza, Bakú y el Hermanos Rodríguez; son cuatro circuitos reconocibles por sus largas rectas y secciones de alta velocidad. El AMR25 sufre de exceso de drag que deben compensar con alerones raquíticos para poder defenderse en las rectas, pero que lastran en rendimiento en las curvas. Tampoco es casualidad que las únicas carreras con dobles dígitos en el casillero de puntos de Aston fueran Hungría y Holanda, en dos circuitos tradicionales de alta carga con curvas de media velocidad, tirando a baja. El coche de Alonso ha tenido sus momentos a lo largo de la temporada y posiblemente luche por la Q3 en Losail y Yas Marina. Sin embargo, hablar de puntos este fin de semana en condiciones normales suena poco realista hasta para el más optimista.
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