“Si salgo más, bajo otro segundo”

Los dos empezaron un viaje tan especial que seguro que nunca olvidarán cantando la canción de Marco en el avión que les llevaba a Italia. Allí, los Sainz vivirían una jornada única. Carlos hijo, porque era la de su último día con el equipo que había compartido sus últimos cuatro años en la Fórmula 1, y Carlos padre, porque iba a volver a subirse a un coche del Mundial, y esta vez a todo un Ferrari. Ya dimos cuenta de cómo fue aquel día para los dos en Fiorano, pero ahora, el piloto de F1 nos enseña más detalles en su canal de YouTube.

Ya en el viaje, Sainz Sr. dejaba ver sus nervios: “Probar un F1 de Ferrari es una cosa que me hace mucha ilusión, estoy un poco tenso”. “De copiloto voy a ir yo en la radio”, dice el hijo, a lo que su padre le contesta: “Va a ser el ingeniero de pista”. E insiste: “Estoy más tenso que en el Dakar”. “Sí, porque en el Dakar controlas, aquí no controlas nada”, apostilla entre risas Sainz Jr. “Esto es el polo opuesto a lo que hago yo. No hay nada más opuesto que un coche del Dakar y un F1”, asegura el piloto del Dakar, que dijo algo similar en su reciente entrevista con AS.

Una vez en el circuito de Fiorano, Carlos no perdía detalle de todos los pasos que iba dando su padre. Le explica cómo es el circuito, cómo funciona el volante, le ajusta el casco, le ayuda a arrancar el F1-75 (de 2022)… y sale a dar su primera vuelta. “¿Cómo lo ves?”, le preguntan: “Poco a poco. Impresionante, he dado una vuelta solo e impresionante. Lo que acelera...”. “Este coche, sobre todo en las rectas, hay que ir rápido. Eso que has hecho de salir y frenar, no. No te preocupes, que de quinta a segunda el coche para en diez metros”, le aconseja su hijo.

Carlos no es el único piloto de monoplazas que tiene Sainz a su disposición para pedir consejos, también les acompaña Roberto Merhi, amigo de la familia, quien le da también indicaciones de cómo conducir el Ferrari. Y parece que las aplicaba bien… “Está bajando un segundo por vuelta, si le aguantamos un poco les quita el récord”, bromeaba Teto, pero no exageraba porque a su lado también estaba Charles Leclerc, que le decía a su ya excompañero al ver los tiempos: “Vas a tener que apretar... Impresionante, ¡está empujando a tope!”.

Lo hacía, pese algún imprevisto. “He conseguido romper un poco el Ferrari, espero que la factura no sea muy alta...”, decía entre risas Sainz con un pequeño flap en la mano. Después, fue el turno de salir junto a su hijo, que le avisaba: “Tú, como si yo no estuviese”. Compartieron asfalto, y no de paseo. Pasaron a toda velocidad por la recta en las que le veía Fred Vasseur, que soltó una carcajada al verlos. Sainz Jr. se fue al box y dejó a su padre un rato más que se le hizo corto: “Creo que si salgo otra vez, bajo otro segundo”. ¿Alguien lo duda?

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