F1 (SILVERSTONE) | CLASIFICACIÓN
Show británico y tráfico desastroso para Sainz y Alonso
Pole de Russell por delante de Hamilton y Norris, tres pilotos locales en el top-3. Carlos sale 7º y Fernando, 10º tras una Q3 mejorable. Leclerc y Pérez, las víctimas.
Como en los viejos tiempos, que pueden ser los nuevos, Mercedes copó la primera línea del GP de Gran Bretaña. E Inglaterra el top-3. Russell (1º), Hamilton (2º) y Norris (3º) lucharán este domingo por una victoria contra Verstappen (4º) después de una de las clasificaciones más cambiantes e igualadas de los últimos tiempos. Bajó la temperatura y subió Mercedes, como ya ha sido tendencia en las últimas campañas. Lando salvó los muebles en calidad de aspirante al título, porque partirá delante del campeón y quizás tiene más coche que ninguno de los cuatro para este domingo. Al menos se puede decir que los 150.000 aficionados que pisarán la catedral del automovilismo en el día de la carrera probablemente escucharán el ‘God save the king’.
Lástima que los españoles no pudieran pescar en río revuelto, en un asfalto que mejoraba mucho tras las lluvias previas a la clasificación. Sainz saldrá séptimo y Alonso, décimo. Los dos aspiraron a algo mejor, el propio Fernando era tercero en la Q2 y mostraba más velocidad en un Aston Martin crecido en casa. Las condiciones mixtas siempre les han sentado bien. Pero la vuelta de calentamiento antes del intento decisivo fue un desastre, para ambos, por culpa del tráfico y las apreturas con la cuenta atrás del reloj. Iniciaron sendas vueltas a segundos de la bandera a cuadros y sin haber calentado los neumáticos de manera óptima. No mejoraron, claro.
Antes de todo eso, Silverstone fue tragándose una a una a sus víctimas. Primero fue Pérez (19º): en el momento de pasar de neumático intermedio a seco, aún durante la Q1, perdió el coche en Copse y se quedó empanzado en la grava. Ya no podría salir. Christian Horner negaba con la cabeza cuando lo veía a través de los monitores. El recién renovado Checo está poniendo a prueba la paciencia de un equipo al que no le tembló el pulso para bajar a Gasly o Albon no hace tanto tiempo. Aunque ¿quién es la alternativa? Tsunoda bate a Ricciardo todos los fines de semana, así que el australiano no puede ser una opción. El nipón nunca lo pareció.
Ya en la Q2, Leclerc no pasó el corte a pesar de los numerosos intentos para rebajar sus tiempos, siempre discretos. La pista estaba cambiante, con una mejora constante. El monegasco sufre cuando el asfalto se complica y el SF-24 deja de ser brillante, como ahora. En el garaje volvieron a la especificación aerodinámica anterior a Barcelona porque una vez más el paquete de mejoras se le ha atragantado a una escudería. Es muy común bajo esta reglamentación y a estas alturas de la temporada. Ferrari se cae de la lucha por las victorias ahora que parece más abierta que nunca: McLaren vuela, pero le cuesta rematar; Mercedes tiene menos coche pero más bagaje y Red Bull solo tiene un piloto, pero qué piloto.