Pole incontestable de Leclerc

Hasta ahora es un cuento de hadas para Leclerc. Incluso con capítulo tenso, porque el talento monegasco sufrió en el primer corte y por momentos se nubló lo que había sido una superioridad aplastante durante todo el fin de semana. Pero no, Charles está excelso. Corre en casa, ultrapresionado por el entorno, por Ferrari y por la bandera. Y aun así, está firmando uno de esos grandes premios que pueden quedar en la retina para siempre. Inspirado, confiado para jugar con los muros y salir airoso. En una de las clasificaciones más apretadas de los últimos tiempos, firmó una sólida pole en su jardín de Mónaco y se acerca a una victoria en casa que le haría eterno. Es su tercera pole en Montecarlo, pero nunca ha subido al podio. La tercera bola de partido para reescribir todos los libros de historia.

Estuvo apretado, no cabe duda. En la Q1 había medio segundo entre el primero y el 18º. Es cierto que conforme mejoró el asfalto, avanzó la sesión y los pilotos encontraron las últimas milésimas arrimando los últimos centímetros, emergió el mejor Leclerc. También los dos McLaren, porque Piastri firmó otro sólido segundo puesto (0.154) y empieza a ser costumbre que clasifique mejor que la estrella de Woking, Norris (4º, 0.272). Aunque no se puede quitar peso a lo que consiguió este sábado Sainz: tercero (0.248), se repuso de tres entrenamientos libres bastante mejorables y mantiene intactas sus opciones de podio en el Principado. Necesita una carambola para aspirar a la victoria, que incumbe entre otras cosas a las decisiones estratégicas de Ferrari. Pero está ahí, y horas antes no estaba. Al menos disputará de pleno la carrera.

En los minutos clave sufrió Mercedes, que cedió posiciones sin perder décimas (Russell, 5º, y Hamilton, 7º, apenas quedaron a 0.3 de la pole). Y sufrió más Verstappen, incómodo con un Red Bull que no brilla en los circuitos urbanos (ni en los bacheados, ni en los retorcidos… quizás no sea tanto coche como pareció). Se mantuvo con posibilidades hasta el final, pero se tocó con el muro en el que sería su último intento y debió levantar y conformarse con un sexto puesto. La victoria parece casi imposible para el campeón aquí. Al menos en eso, el siempre predecible domingo del GP de Mónaco ya no lo será tanto.

Dura eliminación de Alonso en Q1

Para entonces, Alonso llevaba fuera del Aston Martin unos tres cuartos de hora. Partirá 16º en Mónaco después de otra eliminación en Q1, aún más inoportuna que la de Ímola porque aquí sí que podía hacer una buena carrera. El ritmo era razonablemente bueno, su primer intento le mantenía en el top-5 cuando se dirigió al garaje a por el segundo set de neumáticos. Pero el asfalto evoluciona y su última vuelta cronometrada no fue buena, con mucho tráfico en el tercer sector y pocas perspectivas de mejora. Se quedó mal situado en la tabla de tiempos en el peor momento. Otros mejoraron, aunque fueran con el aprobado raspado (como Lando entonces), y el español se quedó fuera del corte. También un irreconocible Sergio Pérez.

Pero las posiciones también engañan: Alonso se quedó a medio segundo de la cabeza y Pérez, 18º, también. Apenas cinco décimas que separaban al más rápido de la Q1 de un humillante penúltimo. Solo los Sauber estaban más atrás y sin opciones, a la cola en su propia categoría. La F1 se vuelve emocionante cuando hay igualdad, incluso cuando hay lotería porque el tráfico arruina la vuelta de calentamiento, o la propia vuelta de clasificación. Lástima que, en esta ocasión, la mala fortuna golpeó al bicampeón. En 2023 luchó por la pole en este inmenso circuito, y luego por la victoria; y después en Montreal. Para que eso suceda en algún momento durante esta temporada, tendrán que cambiar muchas cosas.