Otros fallan, Verstappen no

Y en la hora de la verdad, solo está Max Verstappen. Se le podrá acusar de muchas cosas, desde luego no contribuye a que el Mundial de Fórmula 1 sea tan entretenido como debería. Pero en una clasificación razonablemente incierta sobre el variable asfalto de Miami, con varios pilotos y escuderías asomándose a la lucha por la pole, con aparente igualdad hasta la Q2; llegó la Q3 y el neerlandés fue el único que se quedó en tierra firme. Voló con el Red Bull a pesar de un trallazo que otros no controlarían al finalizar la sección lenta y estrella, antes de encarar la larguísima recta. Aventajó en una décima a Leclerc (2º, 0.108) y en algo más de dos a su compañero Pérez (3º, 0.235). El mexicano anduvo por delante en los primeros intentos.

Sainz se descolgó de esa pelea en la última gran frenada del intento decisivo, arriesgó y no salió bien. Su vuelta hasta entonces le mantenía delante, pero finalmente cayó a la quinta plaza. Lástima, porque el esprint no da pie a muchas remontadas, visto lo visto en China. Delante se coló el héroe del viernes en el efímero Autódromo de Miami, Ricciardo, que plantó cuarto al humilde Racing Bulls y tiró de orgullo ahora que todos hablan de la paliza que le da Tsunoda cada fin de semana. Con varias victorias en la F1 y una carrera envidiable, el errante australiano puede entonarse con el mercado aún abierto. Lo que faltaba.

Faltó Norris, en el top-3 constantemente hasta el minuto decisivo. Ha sucedido antes. McLaren llegó a Florida con un paquete muy ambicioso de mejoras que incluyen alerón delantero, suspensiones retocadas y fondo plano. Piastri fue sexto, Lando cayó hasta la novena plaza. Delante de los dos Aston Martin; con Stroll, séptimo y Alonso, octavo. Les separaron 44 milésimas. Salen a por los últimos puntos del esprint, que en Shanghái fue bronco. Así que posiblemente priorizarán ahorrar neumáticos y llegar al domingo sin multas.

Mercedes se cae del top-10

Al otro lado del top-10, Mercedes siguió haciendo méritos para que a Max Verstappen se le pase ya la ocurrencia de cambiar de escudería. Tanto Russell (11º) como Hamilton (12º) se quedaron fuera en la Q2. Desde Brackley llegaron un alerón delantero y un suelo nuevos, piezas relevantes de las que suelen cambiar la tendencia de un coche. No ha sucedido aún. En McLaren, sí. Ahora regresará la cantinela de que en la fábrica los números son buenos, pero esa carga aerodinámica no se manifiesta en la pista. En el ‘paddock’ hay muchos eufemismos para evitar decir que un coche, simplemente, es malo. Antes, en la Q1, la mayor sorpresa fue encontrar al local Sargeant (19º) por delante de su compañero, Albon (20º), ahora que se rumorea que le pueden bajar del Williams para hacer sitio al ‘rookie’ estrella, Antonelli. “Tiene que ganarse el sitio, los objetivos son duros y debe estar más cerca de Alex”, dice el jefe, James Vowles. De nuevo, hay muchos eufemismos para evitar decir que un piloto, simplemente, no da el nivel.