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F1

Norris le rompe a Verstappen un trofeo que vale 40.000 euros

El accidente sucedió en el podio. “Vais a volar en Spa”, le advierte el campeón a Lando por las cualidades de un McLaren sorprendente.

Budapest
Vestappen, con el trofeo roto.
ATTILA KISBENEDEKAFP

El vídeo ya ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales: Lando Norris fue a descorchar su botella de prosecco en el podio del GP de Hungría, la golpeó contra el cajón y… desencadenó la caída del trofeo de ganador de Max Verstappen. La pieza de porcelana se partió en varios trozos. La gracia no lo es tanto, según el periodista húngaro Sandor Mezsaros, la fábrica Herendi Porcelanmanufaktura necesita seis meses para fabricar esa pieza con un valor estimado de 40.000 euros. La buena noticia es que ya se han puesto manos a la obra para que el neerlandés reciba una copia reparada para su extensa vitrina.

“No sé qué ha pasado, Max lo puso en el borde y…”, dijo Lando en la rueda de prensa. “La próxima vez me lo llevo”, advirtió el campeón. “Sujétalo, no sé, se cayó, pero no es mi problema, es el suyo”, cerró el piloto inglés. Al menos se percibe que congenian estos dos jóvenes talentos, un holandés de 25 años y un británico de 23. De hecho, conferencia posterior a la carrera estuvo plagada de interrupciones, conversaciones y mensajes cruzados entre ambos.

Verstappen espera que los McLaren sean muy rápidos este fin de semana en Spa-Francorchamps. “Ibais a fondo en clasificación (en Hungría) en la curva cuatro y once, si yo pilotara ese coche no podría sujetarme el cuello. Rapidísimo. Vais a volar en Spa, la gente debería ir a Pouhon a verlo porque lo haréis a fondo. ¡Quítate el alerón!”, le dijo Max a Lando. Este respondió: “Sí porque no lo necesito, ¡no hace nada!”.

El McLaren es la revelación de esta mitad de temporada, igual que el Aston Martin lo fue al inicio. El MCL60 de Norris y Piastri ya lleva dos podios consecutivos y tres cuartos puestos desde que introdujeron su paquete de mejoras en Austria. “Las expectativas no eran de podio, Hungaroring es un circuito de baja velocidad. Tienes las curvas cuatro y once, de alta velocidad, pero en comparación con Silverstone no tiene nada que ver. No esperábamos ser tan buenos, aunque el asfalto tiene mucho agarre y eso es bueno para nosotros. El calor lo hizo más difícil, nuestro ritmo el viernes (con la pista más fría) fue bastante competitivo. Hay espacio para la mejora, tenemos el mismo ritmo que Mercedes y es una sorpresa positiva estar donde estamos”, resumió Norris sobre el octavo podio de su carrera.