La venganza de Ocon
El francés acierta de pleno en Haas con un coche que aspira a liderar la zona media: “Sabíamos que había potencial, pero no tanto”.


Esteban Ocon era un piloto triste y distraído al abandonar Albert Park, último en casi todo, pero una semana después no podía contener la sonrisa tras acabar séptimo en Shanghái en la pista, y luego promocionar a la quinta plaza por la descalificación de los Ferrari. El francés cambió Alpine por Haas, apuesta arriesgada, y se ha escabullido del farolillo rojo con un monoplaza que aspira a liderar la zona media. Al menos lo hicieron con cierto margen en China, quizás por sus aciertos a la hora de reglar el coche pero también por el potencial que tiene el VF-24.
El propio Esteban, que ahora es séptimo del Mundial, explica el proceso en los últimos siete días: “Es increíble cómo hemos dado la vuelta desde ser últimos en Melbourne. No dormimos, no comíamos, era frustrante ver dónde estábamos pero mereció la pena después de tantas reuniones y después de dejarnos el corazón para buscar soluciones. Sabíamos que había potencial en el coche pero no sabía que habría tanto. Incluso el coche todavía no se siente al cien por cien. Es alentador para el futuro”.
Esa presencia sólida en el top-10 debe ser una constante, no esporádica, transmite el piloto que ganó Hungría 2021 con Alpine: “El 90% del progreso viene de trabajar el coche, lo afinamos desde el viernes hasta el sábado por la tarde. Encontramos ganancias y el coche revivió. Si podemos hacer esto y seguir mejorando, deberíamos estar en la misma posición en todas las carreras. Aunque tenemos que estar a nuestro mejor nivel. Esperaba tener problemas similares a los de Melbourne, aunque mejorásemos algunas cosas. Demuestra que lo que hemos hecho es lo correcto”.
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