Grosjean, emocionado tras volver a un F1: “Me han hecho llorar”
El francés se sube a un Haas en Mugello en su regreso tras el trágico accidente en Bahréin 2020. “Estoy muy agradecido, no tengo palabras”, confiesa.
La salida de la curva tres del circuito de Sakhir marcó un antes y un después en la carrera deportiva de Romain Grosjean. Un accidente en el que el Haas del francés se partió por la mitad tras chocarse contra un guardarraíl y tanto piloto como monoplaza se vieron envueltos en una bola de fuego de la que Grosjean pudo salir de forma milagrosa. Sin embargo, las quemaduras en sus manos no le permitieron terminar aquella temporada y el francés no volvió a subirse a un coche de Fórmula 1.
Ahora, han pasado cinco años de aquel momento y el piloto nacido en Ginebra ha vuelto a subirse a un monoplaza de la categoría reina del automovilismo en un test TPC (Test of Previous Cars, o un test de coches anteriores) del equipo Haas en Mugello, con el coche de la temporada 2023. Un día muy emotivo en el que la escudería estadounidense ha querido homenajear de esta forma a un piloto que, hasta su accidente, estuvo pilotando para Haas desde que el equipo americano aterrizara en la Fórmula 1 en 2016.
“Ha sido un día lluvioso, pero como decimos en las bodas: boda lluviosa, boda feliz. Así que, fue un día lluvioso, pero un día feliz. Al principio me sentí un poco oxidado, pero luego todo volvió a la normalidad. Incluso pude hacer una salida desde parado, ¿y saben qué? Mi última salida desde parado fue en Baréin 2020. ¡Esta vez salió mucho mejor!”, bromeó Grosjean, según recoge la página web oficial de la Fórmula 1.
'The Phoenix' returns to the F1 cockpit for the first time since his accident five years ago 💪#F1 pic.twitter.com/AcV6r0UU5Z
— Formula 1 (@F1) September 26, 2025
Tras esto, el piloto francés solo pudo agradecer al equipo Haas por darle esta oportunidad y a todas las personas que asistieron al circuito italiano para poder estar con el piloto de 39 años: “Fue una oportunidad única poder ver a algunas de las personas que estuvieron en Australia 2016 (primer GP de Haas) y poder conducir la nueva generación del coche. Fue fantástico. Estoy muy, muy agradecido. No tengo más palabras”.
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Además, Grosjean pudo utilizar el casco que tenía planeado utilizar en el GP de su despedida, el de Abu Dhabi 2020. Un casco diseñado por sus hijos que nunca pudo utilizar en aquel año. Un momento muy importante para el actual piloto de IMSA, que llevaba esperando desde hace mucho tiempo. “¡Me hicieron llorar al final! Dejé la visera baja, pero en mi última vuelta, todos los de Ferrari, Red Bull, Pirelli y, por supuesto, del equipo Haas estaban allí, aplaudiendo y dándome una ovación. Era algo que esperaba en Abu Dabi 2020, pero creo que hoy fue aún mejor”, concluyó Grosjean.
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